Visitar la ciudad de Nueva York y no llegar a pie a la isla central de Manhattan, ver la calle 42 y sus hermosos rascacielos y edificios históricos, entre ellos la hermosa Catedral, es perderse una experiencia interesante que ofrece este vida.La alegría invade a uno al ver tantas luces, y gente caminar de uno y otro lado, encontrarse cara a cara con el hombre araña, con todos los lujos del mundo, con sus conocidos restaurantes, galerías y la vida nocturna, pero también, con las autoridades que le dicen a un mendigo que recoja sus cosas que allí no puede vivir.
El fin de año y comienzo del nuevo, una de las principales celebraciones de la humanidad, se realiza en grandes en esta calle de Nueva York, donde una gran bola de cristal desciende sobre una multitud en Times Square.Sorprende a cualquier ingeniero, ver la construcción de un enorme edificio y no ver materiales ni nada que identifiquen que ahí se realiza otra obra arquitectónica en este sector golpeado con la destrucción de las Torres Gemelas del World Trade Center, el 11 Septiembre 2001.
Museos extraordinarios, y centros de compra de la ciudad se van encontrando al hacer el recorrido por la Quinta Avenida, hacia el norte, hasta la Calle 59.
Es grato visitar las familias, disfrutar de Manhattan en Rockefeller Center, donde una obra de jardinería reúne a diferentes personalidades.
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