Por Grecia de León.
La empresa más complicada de formar y dirigir se llama
“familia”, por lo que ser padre es una ardua tarea.
“No te apures, sigue portándote mal, que tan pronto llegue
tu mamá, se lo voy a decir para que te
castigue”, fue la respuesta dada por un padre a su niño de seis años; y este
señor era paradójicamente, para ese
entonces, un coronel “full”. Aparentemente, la “mano dura” que fijaba reglas
era mamá, quien siempre era secundada por él, y respetaba las reglas impuestas
por ella. La vida le cambió a esta familia, cuando a la madre,
se le diagnosticó un cáncer. Sus
tres niños entraban a la etapa de
pre-adolescencia.
Es aquí donde el papá tuvo que asumir el rol de “ma-pa”.
Fueron dos años de lucha por sobrevivir, donde, después de un trasplante de
médula, ésta fallece y él asume toda la responsabilidad de la educación y
formación de sus hijos. Pasados los años, este papá, no solamente ha sido
exitoso, sino ejemplo para todos aquellos que les conocen.
Papá o proveedor Un de las cosas que establece la ley es que el hombre cubra la manutención de los
hijos; tanto es así, que existe hasta
orden de apresamiento cuando éstos no cumplen con esta responsabilidad. Es
necesario entender que no basta con cubrir necesidades económicas dentro de la
familia, y que es muy importante el tiempo, apoyo y amor que se les
brida a los hijos.
¿Cómo ser un buen padre? Como terapeuta de familia, son
muchos los que acuden a mi consultorio en busca de ayuda, tratando de encontrar
mecanismos adecuados para la formación y
educación de sus hijos. “¿Dime qué hago con estos niños, que no me entienden?”
es un cuestionamiento que me hacen
personas de cualquier grupo social, donde se toca el tema de autoridad
sobre los hijos. Algunos me dicen “Le doy sus correazos.”. “Ya no me vale
imponer castigos o prohibirles hacer las
cosas que más les gustan; ya que de igual forma éstos no me hacen caso”. Una de
las condiciones principales para que el rol de papá, tan difícil y complejo, sea logrado, es
mantener una posición firme, evitando
ambivalencias entre lo que se debe o no hacer; que las reglas estén claras y
que no se diga una cosa y se haga otra.
Una característica muy frecuente en los hogares de hoy, dada
la falta de tiempo disponible, especialmente del padre, debido a sus
ocupaciones, es querer llenar todas las demandas de los hijos con cosas
materiales, lo que jamás suple la necesidad de afecto.
Papá moderno Actualmente, los padres jóvenes están más involucrados en la
formación de sus hijos: cambian pañales,
se encargan de ayudar en la casa con ellos y salen a pasearlos. Anteriormente
era mamá quien hacía todas estas cosas; no obstante, hay mayores problemas en
la formación de los hijos. ¿Qué está sucediendo? Lo señalado anteriormente nos
indica la problemática por la cual atraviesa la sociedad actual para mantener
definidas las posiciones dentro del hogar.
Es frecuente escuchar a los hijos establecer comparaciones
con otros amiguitos sobre cosas que uno
les dice que no son correctas, pero que
son comunes en la gran mayoría de las familias. En estos tiempos se educa en contra de la corriente, donde el
comportamiento generalizado pone a cuestionar lo que se impone en el hogar, y
que, muchas veces, los propios padres ni siquiera tienen respuesta para
contradecir lo que es llamado “normal” en los demás. Por tanto, es de suma
importancia mantener con firmeza que
dentro de la familia, independientemente de cómo se manejen las otras, las
cosas se harán de acuerdo a lo establecido por
papá, quien tiene el deber y
responsabilidad de guiar y formar los hijos.
Qué implica ser papá Siempre he pensado que es erróneo el concepto que se tiene
sobre lo que es un hombre exitoso. Siempre se dice: “fulano es un hombre de
éxito porque tiene una gran empresa o es un profesional reconocido en su
área.”; sin embargo, hablando con padres reconocidos como hombres “exitosos”,
me han manifestado cuán “fracasados” se sienten porque no han podido cosechar
el principal fruto, que es el de hijos bien formados y verdaderos entes
sociales.
Una vez, en una consulta terapéutica, un hombre, admirado
por todos, con lágrimas en sus ojos, me dijo: “Si pudiera dar marcha atrás para
rescatar mi familia y convertirme en una persona anónima lo haría, pues con
todo mi éxito me siento fracasado porque al final he descubierto que mi principal empresa, mis
hijos, es un desastre.
Esto no significa que no se aspire a tener grandes logros, a
ser emprendedor; pero hay que entender que se debe buscar un equilibrio de
prioridades, donde la número uno consista en cada día evaluar cómo va la
formación de nuestros hijos. No basta tenerlos para obtener el título de papá,
sino ganárselo a través de sacrificios, renuncias, entrega; entendiendo que ese
papel tendrá que desempeñarlo mientras exista.
Se es papá aún después de muerto, ya que se ha demostrado
que hay familias donde, no estando este
presente de manera física, se hacen las
cosas como le gustaban a él.
El mejor regalo para
papá El próximo domingo se celebra el Día de los Padres, razón
por la cual quiero dar una lista de cosas con las que podrías hacer feliz a
este ser de quien has recibido tanto amor y, a veces, ni siquiera te das cuenta.
Entre los regalos
están: Respétalo, no importa qué edad tengas, acéptalo, es muy importante para
él, ámalo, con los defectos que pueda tener, es humano; nunca le avergüences
haciendo cosas que sabes que él no
aprobaría, llámalo por teléfono, quizás sea la más importante llamada que
reciba cada día. Si ya no vive, mantén en tu memoria aquellas cosas que éste
siempre te aconsejó y otras que siempre de ti esperó.
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