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Ex pelotero Luis Rafael de Paula Valenzuela en Cuidados Intensivos en el hospital Moscoso Puello

Luis Rafael de Paula Valenzuela, tenía nueve meses recluido en La Victoria, antes de que la semana pasada fuera trasladado al Hospital Moscoso Puello  producto de una golpiza que, según los familiares del ex pelotero, le propinaron en la cárcel.
La madre Mireya de la Rosa, que se sostiene vendiendo en una paletera en el sector Radiante, en Villa Mella, donde residen, indicó que además de los golpes que recibió su hijo, los médicos del hospital están tratando de extraerle un liquido que se le formó en los pulmones, provocado, supuestamente,  por medicamentos que le suministraban en La Victoria para sus problemas mentales, los cuales dijo no eran los adecuados para él.
De la Rosa dice que la situación médica de su hijo es grave, ya que se encuentra recluido en el área de Cuidados Intensivos del hospital, ni siquiera puede hablar y muchas veces ni reconoce a sus familiares.
María Magdalena Vargas, prima hermana de De Paula Valenzuela, señaló que su familiar fue traslado al hospital Moscoso Puello luego de que cuando salía de la iglesia en la cárcel varios policías golpeaban a otro recluso y a él también con un tubo.
El joven de 32 años está recluido en la unidad de Cuidados Intensivos del hospital Moscoso Puello.
De su lado, el director del hospital, el doctor Roberto Lafontaine, dijo que el interno padece de anemia, hepatitis y tiene un insuficiencia renal, por lo que los doctores lo están dializando. Indicó que  los médicos que atienden a De Paula Valenzuela todavía no tienen evidencias de que sufra otros traumas a causa de alguna golpiza aunque, solicitó un informe a los médicos encargados de Cuidados Intensivos.

Historia
Luis Rafael de Paula Valenzuela, en el mejor momento de su carrera en el béisbol profesional, jugaba con los Leones del Escogido y fue contratado en las Ligas Menores por el equipo Rays de Tampa Bay. 
El prospecto, viviendo en Estados Unidos, se casó “por negocio” con una compatriota. El suceso fue descubierto por las autoridades estadounidenses, y le revocaron la visa y ya no pudo regresar a esa nación.
Producto de un golpe en la cabeza que recibió con una pelota cuando todavía era jugador, De Paula Valenzuela empezó a padecer de problemas mentales, los cuales se agravaron con su regreso al país y al ver que sus sueños se habían truncado.
Según consta en un informe expedido el 25 de julio del pasado año por la doctora Alma C. Brito, médico psiquiatra y terapeuta familiar de la Clínica Cruz Jiminián, De Paula Valenzuela estaba siendo tratado desde el día cuatro de enero del 2012, por presentar ideas de daño, por llorar con frecuencia, padecer insomnio, anorexia, anhedonia y no tener control de sus impulsos.
Este documento fue solicitado a la clínica por los familiares del joven para evitar que fuera enviado a la cárcel de La Victoria luego de que, supuestamente, le propinara una pedrada a un  menor de 16 años cuando éste entró a un edificio en construcción propiedad De Paula Valenzuela, junto a dos jovencitos más, para “robar guayabas”.
A su vez, una evaluación psiquiátrica realizada por la doctora Rosanna Ramírez,  del Departamento de Psiquiatría de la Dirección General de Prisiones, dice que De Paula padece Esquizofrenia Paranoide y recomienda que sea medicado.

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