El síndico del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, Informó que se mostró a la embajada panameña los estudios técnicos del helipuerto, donde será construida la pista de despegue y aterrizaje y la Terminal, en la Plaza Omar Torrijos, en el Malecón. Dijo que la misma beneficiará ese lugar y que el Ayuntamiento del Distrito Nacional puso en conocimiento de la embajada panameña sus planes para rescatar la Plaza Omar Torrijos con la construcción del helipuerto, "e incluso hemos contemplado la posibilidad de bautizarlo como Helipuerto Omar Torrijos, tomando en cuenta que él era un militar y hombre del aire”.
Indicó que este helipuerto no constituirá un peligro para los usuarios del Malecón pues los helicópteros bordearán toda la costa de la avenida George Washington y no utilizarán el espacio aéreo de la avenida, “eso es justamente lo que buscamos, que no haya peligro en un servicio cada vez más demandado en una ciudad que busca insertarse en la competitividad”, explicó.
Señaló que para la construcción del helipuerto se realizaron estudios técnicos y de impacto ambiental, y que favorecen dicha construcción.
Aseguró que este helipuerto no es para “complacer el capricho de gente adinerada”, sino que se construirá para “resolver un gran problema en caso de emergencia, en caso de que haya que trasladar urgentemente a un accidentado, a una persona enferma”.
El ambientalista Luis Carvajal dijo que los argumentos del humorista, político y síndico del Distrito Nacional Roberto Salcedo para justificar la conversión de un bien del dominio público en un coto de gestión privada al transformar un espacio recreativo en un helipuerto evidencian, además del irrespeto a las leyes, su falta de criterios en torno a la ciudad.
Indicó que los espacios públicos albergan todas las expresiones del hombre y la mujer urbana. Si su preocupación es la basura, es obvio que privatizar el sitio hará que se vierta en otros espacios, que también deberán ser privatizados; si se trata de los condones, deberá asociarse con los moralistas y prohibir a novios y amantes furtivos su uso, o desarrollar una campaña educativa para que estos sean dispuestos adecuadamente en lugares concebidos para ello.
Si le preocupa el consumo de drogas, le puedo asegurar que tendrá que hacer helipuertos en muchas de las grandes plazas de la ciudad, en las mejores discotecas de la gente bien, en muchos complejos hoteleros, en algunos de los más renombrados colegios del país. En las lujosas villas de Romana o en las fincas de generales y políticos enriquecidos al vapor.
Hablamos de la importancia que las personas le atribuyen, por un lado, a los espacios que son usados de distintas maneras por toda la comunidad y, por otro, a los privados, que tienen una naturaleza casi siempre limitante o segregacionista, por lo que esta lucha apenas empieza.
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