PERIODICOS NARRAN HORROR Y PENURIAS DE LA CUEVA DEL DUEY.
LA CUEVA DEL DUEY, EN VILLA ALTAGRACIA, SAN CRISTÓBAL.- El hedor que expiden los cadáveres es insoportable, pero es peor verlos en estado de descomposición, vigilados por una manada de Lauras que se mueven en una rítmica danza en el aire a espera de que llegue la hora del banquete.
Es que hay cuerpos sobre ramas, troncos y en la arena a la vista de todos.
La pestilencia que despiden algunos montículos sugiere también que en esos puntos quedó atrapado algún habitante de esta comunidad, tal vez arrebatado de su cama a las 1:45 de la mañana del pasado lunes cuando, dicen los sobrevivientes, los ríos Duey y El Arroyón se desbordaron.
Sólo el señor Luis de los Santos, residente en Guananico, perdió a 38 miembros de su familia aquella madrugada, cuando ambos ríos se “abrazaron” y borraron La Cueva del Duey, dejando en el lugar enormes piedras blancas, gigantescos troncos y arena fina.
“Ya enterré a los hermanitos Joel, Joelina y Jolina de León Asencio, así como a Pipí, Mellizo, Mercedes, Seo, Crucita y a Billy, ésta última en la mañana de hoy. Aún no hemos encontrado los cuerpos del resto de la familia, pero seguimos la búsqueda”, dijo. Listin Diario.
UNA ATMÓSFERA DE DOLOR Y DESOLACIÓN CONSUMÍA AYER A VILLA ALTAGRACIA, mientras que en el poblado Guananito lloraban los muertos que cada día son bajados de La Cueva y que hasta ahora ascienden a 27. Se estima que hay 38 víctimas por ahogamiento.
Más de 15 personas han sido sepultadas en el pueblo en la zona de Lechería. La Defensa Civil prosigue en la búsqueda de los cuerpos y el traslado de los cadáveres.
La cantidad de personas desaparecidas, por familias contabilizadas por los grupos comunitarios, lleva a la población a temer que las víctimas sean más de las contadas. Sin embargo, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) dio a conocer la existencia de 21 víctimas.
El pequeño pueblo La Cueva fue devastado. Ni los propios habitantes de esta zona saben cuántos son los fallecidos.
Aún quedan muertos colgando de los árboles, donde los ríos Haina-Duey sin clemencia los llevó.
Ayer se sumaban más de 400 personas damnificadas, 175 familias afectadas y varias zonas incomunicadas. El paso está cerrado para las comunidades La Cueva, Sabana Piedra y el paraje del kilómetro 56.
Hechos del DOLOR
Concilio Asencio, sobreviviente de la tragedia de los dos ríos que juntaron el Arroyo Grande, contó que la embestida de las aguas le arrebató a su mujer, Guillermina, y la sepultó debajo de su propia casa, que fue derribada, junto a tres parientes más. Dos están desaparecidos.
La Junta de Vecinos de Guanito tiene un censo de alrededor de 40 muertos, al situar nueve muertos en La Melina, que no han sido rescatados.
FUERZAS ARMADAS NO DIO FACILIDAD A PRENSA
El secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general Ramón Antonio Aquino García, inspeccionó ayer a Villa Altagracia y estuvo unos diez minutos en La Cueva, junto al merenguero y diputado Sergio Vargas, quien se queja de la poca asistencia y atención que se le han dado las autoridades a su municipio.
El diputado Marino Mendoza estuvo en el centro de operaciones, ubicaron en Cítricos Dominicanos, donde se encuentran los médicos militares y llegan algunas ayudas.
Pese a la reiterada petición, el secretario de las Fuerzas Armadas no ayudó a los redactores de este diario a llegar a La Cueva. Alegó que el helicóptero tenía muchas personas, empero, trasladó a gente que había estado en la zona, a artistas y a militares que sólo querían mirar junto a los médicos. Otros dos helicópteros partieron con asientos vacíos. Periódico Hoy.
LOS POBLADOS DE LA CUEVA DEL DUEY Y GUANANITO, en Villa Altagracia, están totalmente aislados, sin energía y agua potable, y según Andrés Castillo, coronel de los Bomberos de este municipio, hay 30 muertos y 50 desaparecidos.
A sólo 40 minutos de Santo Domingo, en Villa Altagracia, pasó la tormenta Noel, pero con una fuerza que en 40 años ningún otro fenómeno atmosférico había mostrado, de acuerdo a Ana Paulino, de 63 años y residente de Guananito, quien perdió su casa, hijos y todas sus siembras de plátano y naranja.
El coronel del cuerpo de Bomberos de Villa Altagracia, Andrés Castillo, estimó que entre Guananito y la Cueva del Duey hay 30 muertos y más de 50 desaparecidos.
“Eso es lo que nosotros hemos podido constatar. Ahora, sabemos que hay más de 50 desaparecidos, que ya llevan cuatro días sin dar una señal de vida. Esta es una zona de catástrofe”, explica el oficial.
La única forma de llegar al Duey es cruzando a pie el río Guananito, pasando por un torrente de agua que se desvío de su cauce en más de “cinco sitios”, afirma Ramón Columna, guía turístico que ayudó a reporteros de El Caribe a arribar hasta la zona, donde los cadáveres de las personas, según explicó, se encuentran esparcidos “por todos lados, ya que nadie los ha venido a recoger.”
Esas afirmaciones fueron comprobadas durante un recorrido realizado por las zonas afectadas en compañía de Columna.
En el trayecto, caracterizado por arroyos y ríos con fuertes caudales, quebradas, puentes destrozados, casas en el suelo y un ambiente totalmente catastrófico, aparecían los cuerpos de mujeres, niños y hombres alrededor del río Haina-Duey, tal como había descrito el guía.
En un trayecto de más de dos kilómetros se observaron los postes del tendido eléctrico encima de las casas, los animales muertos, los cultivos totalmente cubiertos por el agua y, en los hogares, la “escasez de comida”, como relatara Ramón Columna.
Padre pierde a sus tres hijos
La historia de Justiniano Amparo es una de las más tristes desde que pasó por el país la tormenta tropical Noel.
“He perdido a mis tres hijitos, uno de nueve años, otra de siete y la menor de un año y medio… eran todo para mí, eran lo más hermoso que Dios me dio y los perdí a los tres”, manifestó Amparo, mientras llora desconsoladamente.
Indicó, además, que perdió a “cuñados, tíos y amigos de toda la vida.
Gracias a Dios que me quedó mi esposa y mi madre”.
El infortunado padre dijo que sus hijos “estaban donde sus abuelos, muy cerca del Duey, y el lunes, alrededor de la una y treinta de la madrugada, el río se desbordó”. Narra con mucha tristeza que aún no ha podido encontrar a mi hijo mayor. El Caribe.
EL SEÑOR FRANCIS ÁLVAREZ NARRÓ QUE SALIÓ en busca de su hijo luego de que le informaron que había desaparecido junto a su madre y abuelos, debido a que la humilde casa de la familia fue arrasada por las aguas.
Gracias a Dios que me quedó mi esposa y mi madre”.
El infortunado padre dijo que sus hijos “estaban donde sus abuelos, muy cerca del Duey, y el lunes, alrededor de la una y treinta de la madrugada, el río se desbordó”. Narra con mucha tristeza que aún no ha podido encontrar a mi hijo mayor. El Caribe.
EL SEÑOR FRANCIS ÁLVAREZ NARRÓ QUE SALIÓ en busca de su hijo luego de que le informaron que había desaparecido junto a su madre y abuelos, debido a que la humilde casa de la familia fue arrasada por las aguas.
Francis dijo apenado y con ojos tristes de ver tantos cadáveres y un poblado desaparecido, que contó rápidamente más de 22 muertos.
Explicó que le tomó mucho tiempo llegar al lugar y, que para ello tuvo que cruzar el río “agarrado de la cola de un caballo”, junto a un tío suyo, pero que este último se devolvió porque no pudo hacer la travesía, “porque él es muy gordo”.
Continuando con su historia tras el paso de la tormenta Noel, aseguró que se llegó a “topar” con cadáveres, y que al llegar a la orilla del río contó más de 22, muchos de ellos, según aseguró, en estado de descomposición, algunos en fundas plásticas, “y los demás eran incinerados por miembros de la Defensa Civil”. El Nuevo Diario.
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