CAMARA CONMEMORA NACIMIENTO CONSTITUCION DE LA REPUBLICA CON MURAL DE RAMON OVIEDO EN EL CONGRESO NACIONAL.Con motivo de la conmemoración del 163 aniversario del Nacimiento de la Primera Constitución de la República, el Presidente de la Cámara de Diputados de la República Dominicana, Dr. Julio César Valentín Jiminián, anunció la instalación y develizamiento de un mural del consagrado pintor dominicano Ramón Oviedo en el Palacio del Congreso Nacional.
El acto de instalación y develizamiento de la obra titulada “El Nacimiento de La Constitución”, se realizará este miércoles 14 de noviembre a las seis de la tarde, durante una ceremonia presidida por su presidente, miembros del bufete directivo de la cámara baja y los voceros de los partidos políticos representados ante la institución congresional, autoridades nacionales, legisladores, artistas, diplomáticos y líderes culturales del país, incluyendo a las autoridades de San Cristóbal, provincia sede del nacimiento de nuestra carta magna.
La obra de proporciones monumentales que será presentada al país, fue realizada por el reputado pintor nacional, Ramón Oviedo, portador de un ganado prestigio, respeto y admiración, tanto en el país como en el exterior; “El Nacimiento de La Constitución”, es parte de un intenso proceso creador basado en una investigación histórica, estética y antropológica sobre los distintos momentos que ha vivido la nación dominicana para sostener su afianzamiento en las ideas democráticas, siempre amparadas en el espíritu patriótico legado al pueblo dominicano desde su primera constitución.
Según especialistas, la obra de una dimensión de 195 pulgadas por 116 pulgadas, producida en acrílico y medios mixtos sobre tela, impacta poderosamente en quien la contempla por su hierático llamado a la reflexión sobre el valor y tradición patriótica del dominicano; el honor, la unidad nacional, el compromiso social, la necesidad del consenso y su espíritu de determinación en un riguroso entramado de escenas y símbolos que recogen algunos de los momentos más dramáticos por los que ha tenido que transitar el dominicano para coronarse con la institucionalidad democrática que disfruta hoy el país.
“En el proceso de realización y producción de esta obra, he querido dejar sellado mi compromiso con el país y mi vínculo visceral con la democracia dominicana; es la razón por la que a sus símbolos y escenas le he dado un gran valor plástico, exponiéndolos en el mismo centro del mural, donde entiendo está el mensaje más importante de esta nueva obra, un concepto que he definido a partir de una línea fraccionada y bifurcada en perspectiva, que va desde la humilde casita en que se dice nació la primera constitución de la República, hasta encontrarse con la mirada del espectador…” afirma Oviedo.
“Se trata de una línea enigmática que va y viene desde ambos lados, revelando la imagen simbólica de figuras en las que he querido representar al pueblo recibiendo mensajes sobre el valor de cuánto significa respetar los deberes y derechos de todos los dominicanos, siempre basado en el principio universal proclamado por Benito Juárez, de que el respeto al derecho ajeno es la paz…”, agrega, “He querido representar ahí al pueblo y sus legisladores, sus debates siempre intensos; pero al mismo tiempo la gran diversidad de ideas y posiciones políticas que hay que conciliar en el Congreso para avanzar en el desarrollo del país y la democracia de toda la nación”, concluye.
Ramón Oviedo nació en la ciudad de Barahona en el año 1927. Ha sido ampliamente galardonado con numerosos premios nacionales e internacionales, destacándose entre otros, el Gran Premio de Honor de la Bienal Nacional de Artes visuales, otorgado por el Museo de Arte Moderno en el año 1974 por su obra titulada “Uno que va, uno que viene”. Como reconocimiento a la calidad artística de su obra, la Universidad Autónoma de Santo Dominicana UASD lo distinguió en el año 1995 con el título de Profesor Honorífico, y el Gobierno Dominicano en el año 1997, le impuso la Condecoración de la Orden de Duarte, Sánchez y Mella en el Grado de Caballero; por su parte, en ese mismo año, el Congreso Nacional consagró su larga trayectoria artística y humanística, otorgándole el título de “Maestro Ilustre de la Pintura Dominicana”.
La obra de proporciones monumentales que será presentada al país, fue realizada por el reputado pintor nacional, Ramón Oviedo, portador de un ganado prestigio, respeto y admiración, tanto en el país como en el exterior; “El Nacimiento de La Constitución”, es parte de un intenso proceso creador basado en una investigación histórica, estética y antropológica sobre los distintos momentos que ha vivido la nación dominicana para sostener su afianzamiento en las ideas democráticas, siempre amparadas en el espíritu patriótico legado al pueblo dominicano desde su primera constitución.
Según especialistas, la obra de una dimensión de 195 pulgadas por 116 pulgadas, producida en acrílico y medios mixtos sobre tela, impacta poderosamente en quien la contempla por su hierático llamado a la reflexión sobre el valor y tradición patriótica del dominicano; el honor, la unidad nacional, el compromiso social, la necesidad del consenso y su espíritu de determinación en un riguroso entramado de escenas y símbolos que recogen algunos de los momentos más dramáticos por los que ha tenido que transitar el dominicano para coronarse con la institucionalidad democrática que disfruta hoy el país.
“En el proceso de realización y producción de esta obra, he querido dejar sellado mi compromiso con el país y mi vínculo visceral con la democracia dominicana; es la razón por la que a sus símbolos y escenas le he dado un gran valor plástico, exponiéndolos en el mismo centro del mural, donde entiendo está el mensaje más importante de esta nueva obra, un concepto que he definido a partir de una línea fraccionada y bifurcada en perspectiva, que va desde la humilde casita en que se dice nació la primera constitución de la República, hasta encontrarse con la mirada del espectador…” afirma Oviedo.
“Se trata de una línea enigmática que va y viene desde ambos lados, revelando la imagen simbólica de figuras en las que he querido representar al pueblo recibiendo mensajes sobre el valor de cuánto significa respetar los deberes y derechos de todos los dominicanos, siempre basado en el principio universal proclamado por Benito Juárez, de que el respeto al derecho ajeno es la paz…”, agrega, “He querido representar ahí al pueblo y sus legisladores, sus debates siempre intensos; pero al mismo tiempo la gran diversidad de ideas y posiciones políticas que hay que conciliar en el Congreso para avanzar en el desarrollo del país y la democracia de toda la nación”, concluye.
Ramón Oviedo nació en la ciudad de Barahona en el año 1927. Ha sido ampliamente galardonado con numerosos premios nacionales e internacionales, destacándose entre otros, el Gran Premio de Honor de la Bienal Nacional de Artes visuales, otorgado por el Museo de Arte Moderno en el año 1974 por su obra titulada “Uno que va, uno que viene”. Como reconocimiento a la calidad artística de su obra, la Universidad Autónoma de Santo Dominicana UASD lo distinguió en el año 1995 con el título de Profesor Honorífico, y el Gobierno Dominicano en el año 1997, le impuso la Condecoración de la Orden de Duarte, Sánchez y Mella en el Grado de Caballero; por su parte, en ese mismo año, el Congreso Nacional consagró su larga trayectoria artística y humanística, otorgándole el título de “Maestro Ilustre de la Pintura Dominicana”.
Sus numerosos murales han sido instalados para su contemplación permanente en prestigiosas instituciones públicas y privadas, destacándose entre otros, los que se exhiben permanentemente en la sede central de la Unesco en Paris; el Banco Central de República Dominicana; en la Organización de Estados Americanos OEA, y en el Museo de Historia Natural de República Dominicana, entre otros importantes escenarios de gran prestigio nacional e internacional.
La gran pintura, creada como parte del Programa de Apoyo a las Artes y las Letras implementado actualmente por la Cámara de Diputados, quedará instalada para su contemplación permanente en el Palacio del Congreso Nacional para ser visto con espíritu educativo y reflexivo por los miles de visitantes, personalidades, dignatarios, profesores y estudiantes que diariamente visitan el Congreso Nacional.
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