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CARRETERA SANTO DOMINGO-SAMANA.-
Tomado del periódico El Nacional
Todavía sin inaugurar, esta vía expreso, abierta "a medias", es una cantera de estampas campesinas y anécdotas que incluyen hasta "paradores" con refrigerios y "comidas rápidas".
Entre montañas, llanuras, pastos, animales de corral y "realengos" se desliza y refresca la vista con el verdor de la zona bañada por ríos, lagunas y canales de riego que alimentan la producción agrícola y pecuaria.

La visión de negocio sin estudios de factibilidad de mercado funcionó en un improvisado y destechado "parador" próximo a Sabana Grande de Boyá, de una señora, cuyo testimonio no exponemos por confesa negligencia de este reportero, que sí pudo observar refrescos, vasos plásticos que aparentaban ser desechables, hielo, servilletas y bollitos que parecían de yuca o maíz.

Los constructores de la carretera que tienen los derechos de espacios están programados para realizar modernos y confortables sitios de descanso y ventas de alimentos, pero mientras eso llega el ingenio y necesidad de los colindantes de la vía rápida parecen dispuestos a dar los servicios y atenciones a quienes transiten, aunque algunos lo consideren amenaza de arrabalización.

La carretera de vez en cuando y menos que en otras del país la cruzaban algunas vacas, caballos, perros, chivos y gallinas, mientras otros animales de su misma especie pastaban, descansaban o corrían entre cercas de fincas y conucos.

La nueva vía, que realmente comienza en la autopista Las Américas y termina en la localidad Rincón de Molinillos, de Nagua, tiene unos 105 kilómetros, en la cual se hace más rápido, seguro y económico el viaje en comparación con la otra alternativa de comunicación terrestre entre Santo Domingo y Samaná, por la que se emplean más de cuatro horas de viaje.

La nueva vía se trata de la primera carretera concesionada en República Dominicana e implica una inversión de 150 millones de dólares por parte de la compañía Autopistas del Nordeste, de capital colombiano, la cual tiene un permiso-contrato de explotación de la vía durante 30 años para recuperar costos y ganancias a través del cobro de peajes en tres estaciones ubicadas en diferentes puntos.

Se otorgó una gracia, ningún pago, en el primer día de apertura al público este domingo primero de junio cuando la compañía y la Secretaría de Obras Públicas acordaron ponerla a funcionar aunque no está del todo concluida porque falta uno de los puentes y asfaltado de varios tramos.

Comunidades rurales de la provincia Monte Plata registran mayor actividad con la construcción y uso de la carretera, en la cual se pudo observar hombres, mujeres y niños divirtiéndose con el paso de vehículos y saludando a sus ocupantes.
Grandes extensiones de tierra sembradas de palma africana para producción de aceite son también parte del paisaje durante el recorrido de poco mas de una hora en la nueva carretera caracterizada por dos largas rectas, pendientes, pronunciadas curvas entre montañas y varios puentes.

La nueva opción de comunicación terrestre para vehículos exige el pago en tres puntos de 40, 130 y 155 pesos, que suman 325 para un recorrido e igual cantidad para retorno, un total de 650, aunque para camiones y autobuses hay tarifas más elevadas.

En el recorrido por la tradicional ruta Santo Domingo-San Francisco de Macorís-Nagua-Sánchez-Samaná, se paga una vez y sólo 30 pesos, pero el tiempo del trayecto es más del doble de la nueva vía, hay más gasto de combustible, mayor depreciación de vehículos, elevados niveles de riesgos de accidente y otras desventajas.

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