Comisión confiesa nada puede hacer con “reguetoneros”
Tomado de El Nacional
Tomado de El Nacional
Por José Antonio Torres.
La Comisión Nacional de Espectáculos Públicos no tiene competencia, ni fuerza legal para revisar las letras de las canciones antes de que sean grabadas por los reeguetoneros, raperos y otros intérpretes de canciones cuyas letras incitan a la violencia, el consumo de drogas y la práctica de sexo entre menores.
La información la ofreció ayer el presidente de la Comisión, licenciado Oquendo Medina, durante una visita a El Nacional, en la que aclaró que ese organismo es “infuncional y está en desuso”.
“Ningún artista tiene que llevar sus letras a la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos antes de grabarlas, porque si lo exigimos estaríamos aplicando lo que se conoce como censuras previas y esto está prohibido en la Constitución”, precisó el funcionario.
Sostuvo que en República Dominicana existe un estado de derecho, en el que cada persona o institución tiene libertad de opinar.
Explicó que el uso que los gobiernos pasados hicieron de esa comisión le ha quitado históricamente fuerza moral ante la sociedad.
La mayoría de las canciones que cantan los reeguetoneros y raperos, que incitan a la violencia, drogas y sexo no son colocadas en las emisoras, se escuchan con insistencia en colmados, vehículos y las denominadas disco ligth, que generalmente las estacionan en lugares de grandes concentraciones de personas; esto es parques, escuelas, colegios y colmadotes.
El licenciado Medina aclaró que aunque la Comisión no tiene fuerza legal, sus técnicos analizan los temas musicales que atentan contra la moral y las buenas costumbres.
Abogó porque la comisión que creó el presidente Leonel Fernández para la redacción del proyecto de ley que crearía el Consejo Nacional Audiovisual, en sustitución de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos.
Lamentó que muchos artistas dominicanos hayan escogido letras para sus canciones que atentan contra las buenas costumbres, copiando modelos importados que en nada contribuyen a formar jóvenes decentes para una sociedad modelo.
Aclaró que no se opone a ese tipo de música sino al mensaje de sus letras, cuando incitan a la violencia y a la práctica sexual degenerativa entre menores y adolescentes.
El reglamento 824 del 25 de marzo de 1971 establece que no podrán exhibirse ni difundirse en el país películas, grabaciones y canciones que no hayan sido aprobadas por esa entidad.
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