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Víctor Villegas y un nutrido grupo de escritores rinden homenaje a su obra…


En la foto.- El Presidente Leonel Fernández condecorando con la orden al mérito de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Caballero al poeta Víctor Villegas, en el año 2007.
“Recital poético Víctor Villegas”

Con la presencia y participación del poeta, ensayista, abogado y educador
Víctor Villegas, y un nutrido grupo de escritores, rinden homenaje a su obra el sábado 18 de abril a las cinco de la tarde en el salón de Conferencias Academia Dominicana de la Lengua Casa de las Academias.
En la academia que está ubicada en las Mercedes 204, de la Ciudad Colonial
se realizan las Tertulias Literarias: Letras de la Academia.
Esta tertulia es un espacio que propicia la reflexión, el debate de opinión y genera acuerdos sobre asuntos que tocan de forma importante no solo a los dominicanos, sino a los seres humanos en general.
Para estas tertulias se cuenta con la colaboración y el apoyo de reconocidos intelectuales, artistas y científicos: hombres y mujeres abiertos al debate. Las presentaciones de estos invitados tienen un sabor de voz autorizada, es decir, de especialistas, lo cual será altamente valorado por los contertulios, y se alternan los invitados con escritores miembros de la Academia, de otras instituciones y escritores independientes.
Las reuniones brindan como beneficio a los escritores y al público en general la posibilidad de compartir con grandes figuras de la literatura -local e internacional- y de participar en magníficos debates entre miembros de diferentes escuelas y tendencias.
La Academia Dominicana de la Lengua, sede de la tertulia, es un lugar de intercambio de conocimientos e ideas, donde se enseña, se aprende, y se comparte. Se despierta el interés y en ocasiones hasta se provoca el compromiso de la gente que allí acude con las más variadas motivaciones.
Sobre Villegas
Víctor Villegas, nació en San Pedro de Macorís el 22 de septiembre de 1924.
Allí estudió las primeras letras y demostró desde muy temprano afición a la poesía, publicando sus primeros trabajos en El Este y en el periódico semanal del Teatro Aurora. Uno de sus mentores fue el poeta Francisco Domínguez Charro. Desde temprana edad participa en actividades artísticas y literarias y funda, junto a otros jóvenes, varias asociaciones culturales.

El poeta, ensayista, abogado y educador, cursó la educación primaria y secundaria en su pueblo natal y se doctoró en Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. En ese mismo centro académico impartió la cátedra de Literatura Dominicana durante dos décadas.

Es uno de los miembros más destacados y difundidos de la Generación del 48, también llamada por Rafael Valera Benítez de Postguerra y por el propio Villegas Generación Integradora, ya que, además de que se reconocían continuadores de
La Poesía Sorprendida, deseaban mantener los contactos con todo lo que hasta entonces existía de avanzado en el país, fuera esto postumismo o una poesía de corte social como la de Pedro Mir y Héctor Incháustegui Cabral.

María Ugarte en El Caribe y Pedro René Contín Aybar en los Cuadernos Dominicanos de Cultura fueron factores de cohesión para este grupo que aglutinaba a poetas como Rafael Valera Benítez, Lupo Hernández Rueda, Abelardo Vicioso, Máximo Avilés Blonda, Ramón Cifré Navarro, Luis Alfredo Torres, etc., todos ansiosos por continuar una tradición poética que ya contaba con nombres vigorosos.

Villegas ha sido delegado a congresos literarios nacionales e internacionales en varias ocasiones y jurado en importantes concursos literarios celebrados en el país. Dirigió la revista de arte y literatura "Yelidá".
Muchos de sus primeros escritos fueron publicados en los periódicos La Nación, Listín Diario y El Caribe y en las revistas literarias Cuadernos Dominicanos de Cultura y Testimonio.

Es Presidente de la Unión de Escritores Dominicanos y Miembro de Número de la Academia Dominicana de la Lengua, Miembro Correspondiente de la Academia Española de la Lengua, del Ateneo Dominicano, de la Federación Latino-americana de Sociedades de Escritores, del Comité Internacional de la Soberanía de los Pueblos y preside la Unión de Escritores Dominicanos.
En 1982 recibió el Premio Nacional de Poesía con su libro "Juan Criollo y otras antielegías". En el año 2000 fue declarado ganador del Premio Nacional de Literatura 2000. En Venezuela le fue otorgada la Medalla al Mérito Literario Hispanoamericano y en Cuba, la Medalla literaria José María Heredia. Su obra forma parte de las principales antologías poéticas publicadas en República Dominicana.

El presidente Leonel Fernández condecoró en el año 2007 al escritor Víctor Villegas con la orden al mérito de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Caballero junto a los poetas Mariano Lebrón Saviñón y Lupo Hernández Rueda.
Su poesía se acerca al hombre dominicano con fuerza y delicadeza a la vez mezclando, a una supra realidad controlada por la razón, los ecos de una poesía oral, que casi pretende explorar el folklorismo, los paisajes y las figuras regionales elevándolos a una significación social.
Es en su último libro, titulado "Poco tiempo después", donde el poeta se encierra en si mismo, transfiriendo sus auscultaciones poéticas a su propio interior, trabajando la palabra con una densidad llena de significaciones. "Sólo te hábito cuando duermo", le dice a su cuerpo, estableciendo así una bipolaridad entre la realidad y la imaginación que es la que le ha permitido expandir su poesía.
Poeta y caballero, su personalidad se ha clarificado en nuestro medio en la fidelidad de sus amigos y en el continuo trato con su trabajo literario, cada vez más depurado y más hondo.

Algunas de sus obras son:"Diálogos con Simeón" (1977), "Charlotte Amalie" (1980), "Juan Criollo y otras antielegías" (1982), "Antología de poetas petromacorisanos (1982), Pedro René Contín Aybar, selección y prólogo de su poesía" (1984), "Botella en el mar" (1984); "Cosmos" (1986), "Poco tiempo después" (1991), "La luz en el regreso (antología), (1993), "Ahora no es ahora", (1997, "Jamás" (2000), "Muerte Herida" (2002),"Poemas en voces de sus Autores" (CD-2003) Muestra de su poesía
Apoteosis de la luz
Por Víctor Villegas
En el principio era un túnel más allá de la muerte, un eco sin metal, sin sonido de abejas, era un silencio solo mordido por la ausencia, y no había más guitarras que el sueño de la lluvia, y más pan que la espera del oro de los días.
En el principio era el tiempo. Ningún amor furioso repartió por sus venas de lacerante fuego el calor del deleite que emana de los cuerpos, la tentación y el aire de los últimos labios que mueren con la luna detrás de las ventanas.
Ninguna mano, ni mil manos, ni un millón de corales, ni el pecho atravesado del ruiseñor, ni la ceniza, ni el grito de los pueblos con sus ojos de aceite buscando los paisajes, nada a no ser una huella sin su pájaro un latido sin cauce, una mirada ciega, pudo de luz y ámbar inaugurar la espuma.

¡Entonces, ay, la estrella, los nardos, las espadas! ¡Cuántos rostros sombríos cayeron en las tumbas, cuántos hijos pudieron desenterrar la sangre! Ni siquiera la lluvia merece este lamento.

Cuando llegó el más fuerte y doblegó los bosques, y crujió la madera y el corazón del hombre busca asilo en un mundo de muerte inverosímil, cuando las calles solas se hundían en las sombras y era confuso el beso y el llanto era confuso como cola de gallo empujada por soldados, quién pensaba en la furia del hacha redentora, en la flecha que el joven capitán encendía.

Mañana es esta hora de alas infinitas, La otra orilla estará poblada de luceros, y habrá espacio en la mesa y niños como espigas y azúcar empapada de canto y de rocío.
Mañana como siempre caerán las amapolas. Otra vez el principio, otra vez, sin embargo,como una llama blanca.

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