Los productores y comentaristas del programa radial “El Gobierno de la Mañana” y el propietario de la radiodifusora Z-101, han sido notificados de la querella interpuesta en su contra en el Estado de Nueva York por el empresario, Félix Cabrera.
La notificación fue depositada por el alguacil de Estrado del Pleno de la Suprema Corte de Justicia, Ramón Gilberto Félix López, mediante el acto de notificación Número 439/2010 de fecha 19 de agosto de 2010.
El alguacil arribó al edificio en donde se encuentran instaladas la cabina y el equipo de transmisión de la emisora Z 101, ubicada en el 308 de la Avenida 27 de febrero, estuvo esperando pacientemente por espacio de tres horas, para poder realizar el formal acto de entrega.
Los integrantes del staff que integran el tan escuchado programa, se encontraban en plena faena informativa cuando le llegó la intimación que les conmina a comparecer ante los tribunales norteamericanos, y se negaron a salir para recibir dicha notificación.
Uno de los demandado, que funge como coordinador y director de la emisora, de nombre Wilfredo Soto Rodriguez, alias Willy Rodriguez, fue quien salió a conversar con el oficial ministerial, para indicarle que los demandados no saldrían a recibir, en persona la notificación de la demanda.
En principio, según manifestó el alguacil actuante, fue conminado a salir de la planta radiofónica, pero luego de conversar con Willy Rodriguez, le dijeron que la entrega la realizara a una joven empleada que funge como secretaria de los comunicadores, con calidad para recibir este tipo de actos.
La referida empleada posee el nombre Ana Peralta, según consta en el acto intimidatorio número 439-2010, quien fue ordenada por Willy Rodriguez para que recibiera las referidas notificaciones dirigidas a: Bienvenido Rodriguez, Wilfredo Soto Rodriguez, Alvaro Arvelo, Hijo, Ramón Eurípides Cabral Jiménez, Julio Martínez Pozo, y Víctor Gómez Casanova.
Por la difamación de los demandados durante su comparecencia en el espacio radial, Cabrera alude haber sido gravemente afectado y seriamente lesionado en sus negocios, causándoles una gran pérdida financiera no solo ahora sino también en el futuro. La justicia norteamericana y dominicana consignan el derecho de Cabrera a reclamar a los Demandados por daños y perjuicios especiales.
La notificación fue depositada por el alguacil de Estrado del Pleno de la Suprema Corte de Justicia, Ramón Gilberto Félix López, mediante el acto de notificación Número 439/2010 de fecha 19 de agosto de 2010.
El alguacil arribó al edificio en donde se encuentran instaladas la cabina y el equipo de transmisión de la emisora Z 101, ubicada en el 308 de la Avenida 27 de febrero, estuvo esperando pacientemente por espacio de tres horas, para poder realizar el formal acto de entrega.
Los integrantes del staff que integran el tan escuchado programa, se encontraban en plena faena informativa cuando le llegó la intimación que les conmina a comparecer ante los tribunales norteamericanos, y se negaron a salir para recibir dicha notificación.
Uno de los demandado, que funge como coordinador y director de la emisora, de nombre Wilfredo Soto Rodriguez, alias Willy Rodriguez, fue quien salió a conversar con el oficial ministerial, para indicarle que los demandados no saldrían a recibir, en persona la notificación de la demanda.
En principio, según manifestó el alguacil actuante, fue conminado a salir de la planta radiofónica, pero luego de conversar con Willy Rodriguez, le dijeron que la entrega la realizara a una joven empleada que funge como secretaria de los comunicadores, con calidad para recibir este tipo de actos.
La referida empleada posee el nombre Ana Peralta, según consta en el acto intimidatorio número 439-2010, quien fue ordenada por Willy Rodriguez para que recibiera las referidas notificaciones dirigidas a: Bienvenido Rodriguez, Wilfredo Soto Rodriguez, Alvaro Arvelo, Hijo, Ramón Eurípides Cabral Jiménez, Julio Martínez Pozo, y Víctor Gómez Casanova.
Por la difamación de los demandados durante su comparecencia en el espacio radial, Cabrera alude haber sido gravemente afectado y seriamente lesionado en sus negocios, causándoles una gran pérdida financiera no solo ahora sino también en el futuro. La justicia norteamericana y dominicana consignan el derecho de Cabrera a reclamar a los Demandados por daños y perjuicios especiales.
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