Este jueves es el novenario a la memoria de la joven y se efectuará a la partir de las 6:30 de la tarde en la parroquia del Colegio Arroyo Hondo, ubicado en la calle Camino Chiquito, del sector de Arroyo Hondo.
El destino de la periodista Rosario Beatriz Olivo de Jesús estaba marcado desde que el 13 de diciembre del año pasado, cuando precisamente cubría un recorrido del entonces presidente Leonel Fernández por la ciudad de Santiago, y una goma del vehículo del Centro de Información Gubernamental en que viajaba explotó.
Ocho meses después, la escena se repite, pero esta vez con una consecuencia fatal, por la pérdida de las vidas de ella y el chofer Julio Alberto Holguín, cuando de nuevo reventó un neumático del mismo vehículo.
Este hecho ocurrió en la autopista Duarte a la altura de La Cumbre, volcándose el vehículo por un precipicio, con el desenlace fatal ya conocido, de la muerte de Olivo de Jesús y Holguín, mientras que resultaron con heridas el camarógrafo Nelson Santamaría (La Greña) y el fotógrafo José Ramón Cuevas.
Como ironía de la vida, tres días antes de su inesperado fallecimiento, la joven comunicadora contó a un grupo de periodistas que había sido atracado por dos motoristas, cuando en horas de la tarde esperaba en su automóvil, el cambio de la luz roja del semáforo de la avenida Abraham Lincoln esquina John F. Kennedy.
“Eran tres tipos, dos hombres y una mujer que viajaban en un motor...... Ellos se detuvieron al lado de mi carro, yo tenía el vidrio abajo y la mujer me dijo: dame los anillos o te damos un tiro y se los di sin pensarlo!”, narró la infortunada.
Al preguntársele que si había visto el arma con que la amenazaban los ladrones, la joven dijo sin pensarlo, que no tenía que ver el arma, porque su vida valía más que un anillo, sin imaginar que la muerte le estaba al asecho.
Un lunes fatal, el 13 de agosto, Rosario Olivo se levantó temprano como siempre, y esperó al chofer con el que viajaría a Santiago, al que sería su último recorrido.
“Ella estaba muy incómoda porque le dijeron que viajaría con ese chofer, a ella no le gustaba andar con él, porque siempre conducía muy rápido y no escuchaba a nadie. Ella le pidió muchas veces a sus jefes que le cambiaran ese chofer y nunca le hicieron caso”, narró cinco su madre Milagros de Jesús.
Dijo que Rosario también se quejó porque la dieta había sido entregada muy tarde y que por ende, el conductor iría muy rápido para tratar de llegar a tiempo a las actividades del presidente de la República.
Este jueves es el novenario a la memoria de la joven y se efectuará a la partir de las 6:30 de la tarde en la parroquia del Colegio Arroyo Hondo, ubicado en la calle Camino Chiquito, del sector de Arroyo Hondo.
Sus familiares residen en la calle Emilio Morel casi esquina Euclides Morillo, cerca de la Caja del Seguro Social.
Por Suanny Reynoso/7dias.com.do
El destino de la periodista Rosario Beatriz Olivo de Jesús estaba marcado desde que el 13 de diciembre del año pasado, cuando precisamente cubría un recorrido del entonces presidente Leonel Fernández por la ciudad de Santiago, y una goma del vehículo del Centro de Información Gubernamental en que viajaba explotó.
Ocho meses después, la escena se repite, pero esta vez con una consecuencia fatal, por la pérdida de las vidas de ella y el chofer Julio Alberto Holguín, cuando de nuevo reventó un neumático del mismo vehículo.
Este hecho ocurrió en la autopista Duarte a la altura de La Cumbre, volcándose el vehículo por un precipicio, con el desenlace fatal ya conocido, de la muerte de Olivo de Jesús y Holguín, mientras que resultaron con heridas el camarógrafo Nelson Santamaría (La Greña) y el fotógrafo José Ramón Cuevas.
Como ironía de la vida, tres días antes de su inesperado fallecimiento, la joven comunicadora contó a un grupo de periodistas que había sido atracado por dos motoristas, cuando en horas de la tarde esperaba en su automóvil, el cambio de la luz roja del semáforo de la avenida Abraham Lincoln esquina John F. Kennedy.
“Eran tres tipos, dos hombres y una mujer que viajaban en un motor...... Ellos se detuvieron al lado de mi carro, yo tenía el vidrio abajo y la mujer me dijo: dame los anillos o te damos un tiro y se los di sin pensarlo!”, narró la infortunada.
Al preguntársele que si había visto el arma con que la amenazaban los ladrones, la joven dijo sin pensarlo, que no tenía que ver el arma, porque su vida valía más que un anillo, sin imaginar que la muerte le estaba al asecho.
Un lunes fatal, el 13 de agosto, Rosario Olivo se levantó temprano como siempre, y esperó al chofer con el que viajaría a Santiago, al que sería su último recorrido.
“Ella estaba muy incómoda porque le dijeron que viajaría con ese chofer, a ella no le gustaba andar con él, porque siempre conducía muy rápido y no escuchaba a nadie. Ella le pidió muchas veces a sus jefes que le cambiaran ese chofer y nunca le hicieron caso”, narró cinco su madre Milagros de Jesús.
Dijo que Rosario también se quejó porque la dieta había sido entregada muy tarde y que por ende, el conductor iría muy rápido para tratar de llegar a tiempo a las actividades del presidente de la República.
Este jueves es el novenario a la memoria de la joven y se efectuará a la partir de las 6:30 de la tarde en la parroquia del Colegio Arroyo Hondo, ubicado en la calle Camino Chiquito, del sector de Arroyo Hondo.
Sus familiares residen en la calle Emilio Morel casi esquina Euclides Morillo, cerca de la Caja del Seguro Social.
Por Suanny Reynoso/7dias.com.do
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