El carro fue llevado en una grúa al Palacio de la Policía para el informe concluyente del caso
Escrito por: Yanet Féliz
Como para no dejar dudas de lo sucedido, la doctora Soany Montero, de 27 años de edad, reportada como desaparecida desde el día 15, parecía que preparaba su escenario cuando se colocó en su carro justo al frente de una de las cámaras de seguridad de la terminal de Caribe Tours, en la avenida 27 de Febrero, pasó al asiento trasero y no volvió a salir más.
Todo un dispositivo policial había en su búsqueda desde hacía siete días, cuando salió del hospital de la Policía, donde prestaba servicio como médico residente, pero nadie imaginó que el lugar de su hallazgo estaba a una esquina del Palacio de la Policía.
La joven había llegado el lunes, a las 4:27 p. m. al estacionamiento soterrado de la terminal de autobuses en su carro Honda gris, placa A56 8168, año 2003.
Minutos después colocó un parasol en cada cristal, delantero y trasero, y pasó del asiento del conductor al de pasajeros y se encerró.
Desde entonces permaneció allí y fue ayer domingo, a las 10:00 de la mañana, cuando miembros de la Dirección de Investigaciones Criminales, bajo el mando del general Máximo Báez Aybar, la encontraron, durante un rastreo por el cuadrante de la 30 de Marzo y la Máximo Gómez.
Ni siquiera el nauseabundo olor de su descomposición, que la dejó irreconocible, llamó la atención de quienes llegaron allí a parquearse posteriormente.
Dijo desaparecería
Según una versión recogida por EL DÍA entre amigos de la víctima, la joven estaba deprimida por estar supuestamente embarazada de su novio, un gastroenterólogo, de quien descubrió tenía su esposa y un hijo.
Al enterarse de esto, tras un año de relación, supuestamente le dijo a este: “Tengo que desaparecerme por unos meses, donde nadie me encuentre”.
El médico, al igual que familiares y amigos cercanos, fue investigado por la Policía Nacional.
Levantamiento cadáver
Una vez se dio la voz de alerta de que apareció el auto, la Policía convocó a los familiares para su identificación, pero estos prefirieron ante la angustia delegar en una médico que era su mejor amiga, Niurka Lozano, que hiciera el reconocimiento.
La Policía Científica recogió las evidencias del hecho.
Posteriormente llegó el director del Instituto Nacional de Patología Forense, Santos Jiménez Páez. Este equipo, Lozano y la directora del hospital de la Policía la identificaron.
Periodistas y camarógrafos de diversos medios rodearon el área de las pesquisas, la cual fue protegida por la Policía. Al lado del carro había una camioneta negra y en la parte detrás un carro Renault, último en entrar al lugar.
En el techo del parqueo habia tres grandes luces, como para aclarar la forma en que murió la joven, que deberá coincidir con el resultado forense y la investigación policial.
Tecnología en la búsqueda de Montero
El general Máximo Báez Aybar, encargado del Discrim, explicó que desde que se reportó el caso emplearon recursos y equipos especializados en grandes casos, que les dieron como señal el cuadrante de sus últimas conversaciones telefónicas.
“De inmediato iniciamos la búsqueda en parqueos de clínicas, hospitales y universidades, hoy llegamos aquí donde detectamos el vehículo y encontramos el cadáver que presumimos era de Soany Montero”, puntualizó Báez Aybar, quien dijo esperarán la necropsia para dar resultados definitivos.
A través de un análisis de celda de una telefónica se detectó la ubicación, explicó un perito.
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