Fue todo un mini festival musical lo acontecido el jueves en la noche en el Bulevar de la 27 de Febrero para celebrar el Día del Músico.
La exquisita mezcla de sinfonía y tambores, con el predominio de ritmos como el merengue y el jazz, convirtieron este evento en un placentero encuentro del público con importantes agrupaciones musicales del país y sus respectivos repertorios.
En el mini festival actuaron la Orquesta Sinfónica Juvenil Juan Pablo Duarte, la Banda de Jazz, el Quinteto de Vientos, el grupo Ensamble Folklórico y el Ballet Folklórico Nacional.
El Ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, estuvo al frente de la velada, y con él importantes funcionarios del ente estatal.
En el marco de la actividad, se entregaron reconocimientos a los profesores del Conservatorio Nacional de Música, Mercedes Ariza, Dante Cucurullo, Ana Margarita Sinfa, Gladys Gertrudis Pérez, Bernardo Rojas, Velkjovic Slobodan, Ramón Díaz y Rafael González, quienes fueron distinguidos como “Maestros Meritísimos”, por su entrega y dedicación en beneficio del quehacer musical. 
El programa de actividades para celebrar el Día del Músico arrancó con una ofrenda floral en el Panteón de la Patria, donde descansan los restos del Maestro José Reyes, quien realizó el arreglo musical del Himno Nacional Dominicano, escrito por Emilio Prud´Homme.
La ofrenda fue encabezada por el ministro José Antonio Rodríguez, quien estuvo acompañado por Mirtha Olivares, coordinadora del Viceministerio de Creatividad y Participación Popular; Franklin Domínguez, director de Bellas Artes, y José Delmonte, director del Panteón Nacional, entre otros funcionarios.
El Día del Músico se celebra el 22 de noviembre por ser el Día de Santa Cecilia, la patrona del músico, día en que se reconoce a las personas que han consagrado su vida a esta actividad.
A Santa Cecilia se le atribuye haberle cantado a Dios en su corazón. En la historia se refiere que fue al fin de la Edad Media cuando se empezó a representar a la santa tocando el órgano y cantando.
A Santa Cecilia se le atribuye haberle cantado a Dios en su corazón. En la historia se refiere que fue al fin de la Edad Media cuando se empezó a representar a la santa tocando el órgano y cantando.
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