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Después del divorcio... rompe el sentido de pertenencia

El contacto con la ex pareja, mal manejado, puede ser dañino y producir mucha confusión en los involucrados
La expresión de Carla ante una conversación sostenida entre su madre y yo, en el trayecto hacia una ciudad del interior del país, me dejó la inquietud de la importancia que representa para los hijos, el que estén bien definidas las posiciones entre los padres a raíz de un divorcio. Mientras nosotras conversábamos, ella, que iba aparentemente entretenida con un juego en su teléfono, opinó lo siguiente: “Necesito ir a un psicólogo…es más, mi hermano y yo necesitamos un sicólogo”, al preguntarle porqué, dijo con voz entrecortada: “Es que desde pequeña no sé si papi y mami son esposos, están divorciados, o qué son, ya que él no vive con nosotros desde hace varios años, pero tiene llave de la casa, aparece cualquier día, se queda a dormir, desaparece  por uno o varios meses, y siempre hemos estado muy confundidos.
 En mi colegio, cuando mis amigas tocan el tema, me avergüenzo, ya que cuando ellas van  a mi casa nunca ven a mi papá, y cuando me preguntan si mis padres son divorciados, no encuentro cómo contestar. Y más aún, cuándo sea adulta y tenga mi esposo quisiera saber cómo voy a manejarme, si no he tenido ejemplo de una relación normal entre mis padres”. ¡Asombroso!
La madre intentó varias veces callarla, y Carla solo respondía “¡déjame desahogarme!”, envuelta en una gran crisis de llanto.
En la última década, el índice de divorcio en nuestro país ha ido aumentando, de forma que hoy día, según datos de la Oficina Nacional de Estadística, por cada 100 matrimonios se establecen 41 divorcios. Esta cifra nos muestra la gran cantidad de familias que viven bajo este estatus.
Los datos ofrecidos sólo señalan la parte legal que autoriza que esta pareja ha roto en forma definitiva el vínculo matrimonial. No obstante, hay una parte vital que es el divorcio emocional. ¿Qué significa?
El rompimiento genuino de un matrimonio o una relación de pareja (esto último sucede en muchas familias) se establece cuando internamente los miembros de la pareja se desvinculan uno del otro, entendiendo y viviendo una verdadera separación, aún no se haya dado el divorcio legal.
Cuando los cónyuges no se han preparado psicológicamente para considerarse independientes uno del otro, se producen problemas entre ellos; una de las razones por la cual mantienen un sentido de pertenencia, a través de cual se alimenta el sentimiento de derecho de uno sobre el otro. Frecuentemente escuchamos afirmaciones como: “Él vive aquí, pero como si no viviera”, o todo lo contrario, “Se mudó, pero tiene casi todo aquí”. A veces también sostienes una relación “nueva” con otra pareja, sin embargo, también se encuentra física y emocionalmente presente con la anterior.

Es saludable, una vez definida la ruptura, entender que pequeños detalles como que el carro se dañó en la carretra, y que la nevera no funciona,  entre otros, no se deben usar como excusa para mantener la atención y cercanía de la persona que decidiste sacar de tu vida.

El juego de “te tengo y no te tengo” huele a peligro
Algo que se ha convertido en casi normal es, una vez definida la ruptura, mantener juegos que consisten en de vez en cuando salir juntos, pero, “ya yo puedo tener otra pareja”; hasta irse de viaje con el ex, “porque es el papá de mis hijos”. Existe un verdadero divorcio cuando ambas partes aceptan con madurez que la relación no funcionó, y que lo más sano es establecer un estatus definido.
Una vez definida la ruptura es muy importante que cada cual entienda, más en el caso de tener hijos en común, que siempre tendrán un nexo, pero cada cual debe  asumir su independencia en lo concerniente a su relación como pareja. Es esencial establecer límites y fronteras entre los individuos que la conforman.
En el caso del divorcio es, más que importante, necesario,  dejar establecida en forma clara y precisa la condición de la pareja como individuos independientes uno de otro.
La mujer de hoy ha logrado una integración, tanto en la vida laboral, social como económica que le ha permitido una posición de igualdad con el hombre. Pero, hay un elemento que no se puede dejar de lado, y es cómo se mantiene la cultura machista, a través de la cual éste cree erróneamente tener un sentido de pertenencia hacia la mujer, que trasciende sobre cualquier cosa, razón por la cual es necesario poner distancia y dejar claramente definido cuándo una relación terminó.
Es saludable y preventivo no dejar espacios abiertos que  brinden al hombre poder y derecho sobre la vida de la mujer después de haberse separado.

Saber

Poner fin a una relación nunca es fácil. Esto implica una mezcla de frustración,  fracaso, nostalgia y soledad.
http://www.elcaribe.com.do/2013/02/08/despues-del-divorcio...-rompe-sentido-pertenencia

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