La delegación del Caribe de los padres Miguelitas, a la que pertenece la congregación San Miguel Arcángel, de la que forma parte el padre Alberto Wojciech Gil, anunció que fue suspendido de sus funciones sacerdotales, a través del Arzobispado de la arquidiócesis de Santiago.
La Fiscalía de esta ciudad investiga versiones que lo vinculan como propiciador de abusos sexuales en contra de varios menores residentes en Juncalito, paraje perteneciente al municipio de Jánico, de la provincia.
Alberto Wojciech Gil, queda suspendido de sus funciones sacerdotales, según las normativas de la iglesia, extendiéndolas a la Arquidiócesis de Santiago y a nivel nacional.
“Nos consta que dicha institución, de la cual depende el padre Alberto y que es la autoridad competente según las normas de la iglesia, en el momento en que se hizo público este caso, el padre Gil se encontraba en Polonia, su tierra natal, coincidiendo con las vacaciones que le corresponden cada año; pero su congregación le ha pedido que retorne cuanto antes al país para responder ante esta situación”, precisó un párrafo de la declaración del Arzobispado.
"La congregación, le pidió a la Fiscalía que llevara a cabo las investigaciones correspondientes hasta las últimas consecuencias, de acuerdo a las leyes dominicanas, de tal manera que prevalezca la verdad y la justicia”.
Una fuente del Ministerio Público informó que las investigaciones contra el cura Alberto, de 36 años, las realizan fiscales adjuntos de la Unidad de Violencia de Género.
La Fiscalía de esta ciudad investiga versiones que lo vinculan como propiciador de abusos sexuales en contra de varios menores residentes en Juncalito, paraje perteneciente al municipio de Jánico, de la provincia.
Alberto Wojciech Gil, queda suspendido de sus funciones sacerdotales, según las normativas de la iglesia, extendiéndolas a la Arquidiócesis de Santiago y a nivel nacional.
“Nos consta que dicha institución, de la cual depende el padre Alberto y que es la autoridad competente según las normas de la iglesia, en el momento en que se hizo público este caso, el padre Gil se encontraba en Polonia, su tierra natal, coincidiendo con las vacaciones que le corresponden cada año; pero su congregación le ha pedido que retorne cuanto antes al país para responder ante esta situación”, precisó un párrafo de la declaración del Arzobispado.
"La congregación, le pidió a la Fiscalía que llevara a cabo las investigaciones correspondientes hasta las últimas consecuencias, de acuerdo a las leyes dominicanas, de tal manera que prevalezca la verdad y la justicia”.
Una fuente del Ministerio Público informó que las investigaciones contra el cura Alberto, de 36 años, las realizan fiscales adjuntos de la Unidad de Violencia de Género.
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