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Celebran el 150 aniversario de la Restauración de la República

El presidente Danilo Medina encabezó el tedeum por el 150 aniversario de la Restauración Dominicana, en la
Catedral Santiago Apóstol, en Santiago de los Caballeros.
En la conmemoración, el presidente dominicano invitó a resaltar la identidad nacional y a unir esfuerzos en la búsqueda de nuevas oportunidades de mejoría y defensa de los intereses comunes.
En un comunicado, la presidencia de la República señaló que la conmemoración invita a alcanzar “nuestros deseos de superación y desarrollo para todos, tal como fue reconquistada nuestra libertad”.
La fecha es propicia “para celebrar jubilosos el orgullo de ser dominicanos”, enfatizó el Gobierno.
“Hagamos que el empeño y la dedicación patriótica de nuestros próceres reafirmen el compromiso de trabajar, todos juntos, por el renacer de nuestro pueblo. Un pueblo más unido, con mayor justicia social y más feliz”, señaló el comunicado.
El Gobierno también expresó su deseo de que la restauración de la República “sirva de ejemplo para resaltar y defender nuestra dominicanidad”.
“Que nuestros hombres y mujeres, llenos de amor a la patria y de sueños y deseos de forjar un mejor mañana para nuestros hijos, recibamos esta celebración patriótica para reafirmar nuestra decisión de trabajar por una República Dominicana mejor para todos y todas”, concluyó el comunicado.
Medina llegó acompañado de su esposa Cándida Montilla, junto al procurador Francisco Domínguez Brito; el ministro de las Fuerzas Armadas, Sigfrido Pared Pérez, entre otros funcionarios.
En las afueras de la catedral, los guardias dieron honores al primer mandatario.
Autoridades y civiles depositaron una ofrenda floral ante la estatua del prócer Gregorio Luperón, en el monumento a los Héroes de la Restauración.
El acto fue encabezado por la gobernadora de Santiago, Aura Toribio, y el alcalde municipal Gilberto Serulle.
El Gobierno y autoridades de varias dependencias del Estado junto a instituciones culturales de Santiago, desarrollarán este viernes un conjunto de actividades para el aniversario.

Los actos:
 8:00 de la mañana con el enhestamiento de la Bandera Nacional en la Fortaleza San Luís, luego al Monumento a los Héroes de la Restauración y una ofrenda floral con la lectura de la Orden del Día y un mensaje del ministro de la Fuerzas Armadas Sigfrido Pared Pérez.
10:00 de la mañana el presidente Danilo Medina presidirá el Tedeum en la Catedral Santiago Apóstol, que será oficiando por el arzobispo metropolitano de Santiago, Ramón Benito de la Rosa y Carpio.
A las 4:30 de la tarde se llevará a cabo un conversatorio titulado “La importancia del 16 de Agosto”, en el Parque Imbert, actividad que es organizada por el Club Rotario.
A las 5:00 de la tarde este mismo día tendrá lugar una Retreta a cargo de la Banda de Música del Ayuntamiento, dirigida por el maestro Andry Cruz, en el Monumento a los Héroes de la Restauración.
De manera simultánea a la misma hora se estará llevando a cabo una conferencia con el tema “Duarte Joven”, a cargo del historiador y director del Archivo Histórico de Santiago, Robert Espinal Luna, en la Librería Cuesta.
Integrantes de los cuerpos castrenses recorren la denominada "Ruta de la Restauración", que incluye la capital, Bonao, La Vega y Santiago, hasta el Cerro de Capotillo, en Dajabón.
Juan Daniel Balcácer, presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, informó que en las provincias del país se rendirá homenaje a los héroes.
En la tarde de hoy se develará en Loma de Cabrera un busto en honor al héroe de la Restauración, general José Cabrera.
También para este día será celebrado el Festival de la Restauración de Puerto Plata, a cargo de la Orquesta La Gallera, dirigida por Jochy Sánchez, en la Plaza Central de Puerto Plata, lugar de nacimiento de la principal figura de la Restauración el general Gregorio Luperón, evento coordinado por el Ministerio de Cultura.
 
História:
La Guerra de la Restauración fue una guerra de guerrillas de 1863 a 1865 en la República Dominicana entre los nacionalistas dominicanos y España, quien había recolonizado (con ayuda del conservadurismo dominicano) el país 17 años después de su independencia.
El terrateniente y caudillo Pedro Santana fue el promotor de la anexión del país a España en 1861, dominio que terminó con la victoria dominicana y la retirada de las fuerzas españolas del país.
El general Pedro Santana había arrebatado la presidencia a Buenaventura Báez, quien había quebrado la tesorería de la nación con grandes ganancias para sí mismo. Frente a una crisis económica, así como la posibilidad de un nuevo ataque de Haití, Santana pidió a España que retomara el control del país, después de un período de sólo 17 años de independencia.
Al principio, España estaba preocupada, pero con los Estados Unidos ocupados con su propia guerra civil e incapaces de imponer la Doctrina Monroe, consideraba que había una oportunidad para reafirmar el control en América Latina.
El 18 de marzo de 1861, se anunció la anexión, y Santana se convirtió en gobernador general de la recién creada jurisdicción.
Sin embargo, este acto no fue bien recibido por todos. El 2 de mayo, el general José Contreras lideró una fallida rebelión, y Francisco del Rosario Sánchez encabezó una invasión desde Haití (quienes estaban oficialmente neutrales, pero también le preocupa que España afianzaran su poder en la zona), pero fue capturado y ejecutado en julio 4 de 1861.
Las autoridades españolas comenzaron a alienar a la población en general mediante el establecimiento de una política conocida como bagajes, que requería que los ciudadanos entregaran cualquier animal de trabajo a los militares españoles sin ningún tipo de garantía de indemnización.
Esto fue especialmente problemático en la región del Cibao en el norte, donde los agricultores dependían de sus animales para su sustento. Un segundo factor fue cultural: el nuevo arzobispo de España se horrorizó al descubrir que un gran número de parejas dominicanas no estaban casados ​​bajo la Iglesia Católica Romana.   
Esta situación se produjo debido al pequeño número de sacerdotes en el país, así como la pobreza y la falta de caminos y transporte para llegar a una iglesia para casarse.
Con las mejores intenciones, el Arzobispo Bienvenido Monzón quería poner remedio a esta situación en un corto tiempo, pero sus demandas sólo irritaba a la población local que habían llegado a aceptar el estado actual de los nacimientos "ilegítimos" de forma normal.
A finales de 1862, los funcionarios españoles estaban empezando a temer la posibilidad de una rebelión en la región del Cibao (el sentimiento anti-español no era tan fuerte en el sur). Por último, habían rumores de que España volvería a imponer la esclavitud y enviar a los dominicanos negro a Cuba y Puerto Rico.
Mientras tanto, España había emitido una orden real en enero de 1862 declarando su intención de recuperar los territorios que Toussaint Louverture había tomado por Haití en 1794. En un intento de sofocar los disturbios en Dominica, las tropas españolas habían desalojado a los haitianos que vivían en estas áreas a lo largo de la frontera haitiano-dominicana.
El entonces joven general Gregorio Luperón encabezó a los rebeldes en la lucha por restablecer la soberanía dominicana.
El 16 de agosto de 1863, un nuevo grupo bajo el liderazgo de Gregorio Luperón y Santiago Rodríguez hizo una audaz incursión en la capital Santo Domingo y levantaron la bandera dominicana en el cerro de Capotillo. Esta acción, conocida como el Grito de Capotillo, fue el comienzo de la guerra.
Una ciudad tras otra en el Cibao se unieron a la rebelión, y el 3 de septiembre, un ejército de 6,000 dominicanos se antrincheró en la Fortaleza San Luis que se encuentra localizada en Puerto Plata el 13 de septiembre.
Los rebeldes establecieron un nuevo gobierno al día siguiente, con José Antonio Salcedo como presidente, e inmediatamente calificó a Santana, que ahora era líder de las fuerzas españolas, como traidor así de manera transitoria Puerto Plata se constituyó en capital de la República.
España tuvo un momento difícil luchando contra los rebeldes. En el transcurso de la guerra, perderían más de 33 millones de pesos y sufrirían más de 10,000 víctimas (en gran parte debido a la fiebre amarilla).
Santana, quien había sido venerado como un excelente estratega militar, se vio incapaz de romper la resistencia dominicana. En marzo de 1864, desobedeció deliberadamente las órdenes de concentrar sus fuerzas en torno a Santo Domingo y fue reprendido y relevado de su cargo por el Gobernador General José de la Gándara .
De la Gándara trató de negociar un alto el fuego con los rebeldes. Él y  Salcedo aceptaron discutir los términos de paz, pero en medio de las negociaciones, Salcedo fue derrocado y asesinado por un grupo de descontentos encabezado por Gaspar Polanco. La facción de Polanco estaba preocupada de que Salcedo tuviera la intención de retornar al ex presidente Buenaventura Báez, a quien los rebeldes odiaban tanto como odiaban a los españoles por sus acciones antes del golpe de Estado a Santana en julio de 1857.
A pesar de que Báez se había opuesto inicialmente a la anexión española, una vez vivió en España con un subsidio del gobierno y tuvo el grado honorario de mariscal de campo en el ejército español. No fue sino hasta el final de la guerra que él volvió a la República Dominicana.
En España, la guerra estaba demostrando ser extremadamente impopular. En combinación con otras crisis políticas que estaban ocurriendo, que llevaron a la caída del primer ministro español, Leopoldo O'Donnell. El Ministro de Guerra de España ordenó el cese de las operaciones militares en la isla, mientras que el nuevo primer ministro Ramón María Narváez llevó el asunto ante las Cortes Generales.
El reinado de Polanco fue de corta duración. Después de un nefasto ataque sobre la posición española en Montecristi y los esfuerzos para establecer un monopolio del tabaco en nombre de sus amigos, él mismo fue derrocado por Benigno Filomeno de Rojas y Gregorio Luperón, en enero de 1865.
Dándole tregua a la lucha, la junta provisional organizó una nueva constitución, y cuando se aprobó, el general Pedro Antonio Pimentel se convirtió en el nuevo presidente el 25 de marzo 1865.
En el otro lado del Atlántico, las Cortes decidieron que no querían financiar una guerra por un territorio que en realidad no necesitaban, y el 3 de marzo de 1865, la reina Isabel II firmó la anulación de la anexión. El 15 de julio, las tropas españolas abandonaron la isla.
Aunque muchas ciudades dominicanas y la agricultura en todo el país fueron destruidas (a excepción del tabaco) durante la guerra, la Guerra de Restauración trajo un nuevo nivel de orgullo nacional a la República Dominicana. La victoria dominicana también le demostró a los cubanos y puertorriqueños que España podía ser derrotada.
Por otro lado, en la política local, el liderazgo durante la guerra se concentró en las manos de pocos caudillos regionales, quienes podían ordenar la lealtad de las regiones. Este sistema de poder político se mantuvo hasta finales del siglo XX.
 La política dominicana se mantuvo inestable durante los próximos años. Pimentel fue presidente durante sólo cinco meses antes de ser reemplazado por José María Cabral. Cabral, a su vez fue derrocado por Buenaventura Báez en diciembre de 1865, pero retomó la presidencia en mayo de 1866.
Sus negociaciones con los Estados Unidos sobre la posible venta de la tierra alrededor de la Bahía de Samaná resultaron ser tan impopulares que Báez fue capaz de recuperar la presidencia una vez más en 1868.
En las relaciones dentro de la isla, la guerra marcó un nuevo nivel de cooperación entre Haití y la República Dominicana. Hasta ahora, Haití había considerado la isla de La Española como "indivisible" y había intentado, sin éxito, conquistar la mitad oriental varias veces en el pasado.
La guerra obligó a Haití a darse cuenta de que este objetivo era esencialmente inalcanzable, y fue sustituido por años de disputas fronterizas entre los dos países.
El 16 de agosto se conmemora un día de fiesta nacional en la República Dominicana, así como el día en que el presidente dominicano es juramentado en su cargo cada cuatro años.
 A las cinco de la mañana de hoy se entonará una alborada en todos los recintos militares. Será sólo el inicio de los actos formales para celebrar el 150 aniversario de la Restauración de la República Dominicana.
Este año, el tradicional desfile militar frente al monumento a los Héroes de la Restauración en Santiago, se sustituirá por una parada militar en Capotillo y otros cuarteles militares.

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