Washington, Estados Unidos.- El jefe del Comando Sur de los Estados Unidos resaltó ante el importante Comité de los Servicios Armados de la Cámara de Representantes del Congreso la significativa colaboración dominicana para contener la emigración ilegal de haitianos hacia los Estados Unidos y reconoció los esfuerzos que hace el país para buscar una salida a los centenares de miles de inmigrantes indocumentados en su territorio.
El general John F. Kelly mostró alarma por el aumento del tráfico de haitianos hacia territorio norteamericano a través del Canal de la Mona, situación que no se observaba desde hacía muchos años.
"Afortunadamente, la República Dominicana es un socio importante en la contención de los flujos migratorios, y ellos trabajan con gran tesón para encontrar una solución al tema de los aproximadamente 200 mil haitianos que residen allá", expuso el general, uno de los militares norteamericanos de mayor mérito y que ha participado en cuatro expediciones de combate.
La República Dominicana está empeñada en la implementación de un plan de regularización de los centenares de miles de extranjeros indocumentados en su territorio. El presidente Danilo Medina reiteró en su comparecencia ante la Asamblea Nacional, la pasada semana, que enviará un proyecto de ley para resolver la situación de hijos de indocumentados nacidos en territorio dominicano y a quienes, de acuerdo a la Constitución, no les corresponde la nacionalidad.
El reconocimiento al país por el representante de la rama militar norteamericana prácticamente coincide con las críticas formuladas por el Departamento de Estado en el Informe Anual sobre los Derechos Humanos, centradas en el trato a los haitianos en territorio dominicano.
Esos flujos crecientes de haitianos que tratan de llegar a Puerto Rico por la vía marina, casi siempre partiendo de la República Dominicana, "plantearán retos mayores a los Estados Unidos y a nuestros socios caribeños", señaló Kelly.
"Más inmigración ilegal añadirá más carga a la Guardia Costera norteamericana y a los recursos dominicanos, ya con una demanda que excede su capacidad", indicó el jefe del Comando Sur a los legisladores norteamericanos.
La población extranjera indocumentada en la República Dominicana, mayormente haitiana, consume el 18% del presupuesto de salud, según cifras divulgadas recientemente. En los últimos meses, la Armada dominicana ha destinado parte de sus recursos y ocupado a su personal en evitar que grupos de haitianos emigren hacia los Estados Unidos en embarcaciones improvisadas.
Según el general Kelly, "hasta febrero de este año más de dos mil haitianos han sido descubiertos tratando de usar ese paso estrecho (el Canal de la Mona) como un vector migratorio, en comparación con menos de 200 en los últimos ocho años sumados". Y añadió: "El contrabando humano produce un número alto de víctimas; los mares embravecidos ponen en peligro la vida de los inmigrantes y el personal de rescate, y el resultado ha sido la muerte de más de 50 haitianos hasta la fecha".
"Hace muchos años que el Comando Sur de los Estados Unidos apoyó una respuesta a un caso de emigración masiva, pero me preocupa la tendencia que se obseva, especialmente en Haití, donde hemos comprobado que la emigración haitiana por el Canal de la Mona se ha incrementado 44 veces", expuso alarmado el general norteamericano en una audiencia sobre la seguridad en el Caribe.
Por otro lado, el general Kelly advirtió sobre el creciente tráfico de drogas en la región en donde las substancias ilegales llegan a Puerto Rico y luego son transportadas a territorio continental. De acuerdo a sus estimaciones, el flujo de cocaína hacia los Estados Unidos a través del Caribe aumentó un 14% dentro del total pero advirtió que "este número probablemente sea mayor y continuará creciendo".
El descubrimiento de un equipo de laboratorio para el procesamiento de cocaína en la República Dominicana ha disparado las alarmas en la Administración para el Control de Drogas (DEA) porque, en opinión del general Kelly, "apunta a que las organizaciones criminales podrían buscar la ampliación de la producción en el Caribe".
Le preocupa la vulnerabilidad del Caribe a la violencia y a la inseguridad que a menudo acompañan el tráfico ilícito y el crimen organizado, al tiempo que teme se repita en la zona lo ocurrido en América Central en el 2012. "En la medida en que el tráfico desde la República Dominicana hacia Puerto Rico se ha incrementado, también lo han hecho la violencia, el crimen y la corrupción. Una vez la cocaína llega con éxito a Puerto Rico, ya alcanzó territorio norteamericano", expuso el jefe del Comando Sur, con sede en La Florida.
El general John F. Kelly mostró alarma por el aumento del tráfico de haitianos hacia territorio norteamericano a través del Canal de la Mona, situación que no se observaba desde hacía muchos años.
"Afortunadamente, la República Dominicana es un socio importante en la contención de los flujos migratorios, y ellos trabajan con gran tesón para encontrar una solución al tema de los aproximadamente 200 mil haitianos que residen allá", expuso el general, uno de los militares norteamericanos de mayor mérito y que ha participado en cuatro expediciones de combate.
La República Dominicana está empeñada en la implementación de un plan de regularización de los centenares de miles de extranjeros indocumentados en su territorio. El presidente Danilo Medina reiteró en su comparecencia ante la Asamblea Nacional, la pasada semana, que enviará un proyecto de ley para resolver la situación de hijos de indocumentados nacidos en territorio dominicano y a quienes, de acuerdo a la Constitución, no les corresponde la nacionalidad.
El reconocimiento al país por el representante de la rama militar norteamericana prácticamente coincide con las críticas formuladas por el Departamento de Estado en el Informe Anual sobre los Derechos Humanos, centradas en el trato a los haitianos en territorio dominicano.
Esos flujos crecientes de haitianos que tratan de llegar a Puerto Rico por la vía marina, casi siempre partiendo de la República Dominicana, "plantearán retos mayores a los Estados Unidos y a nuestros socios caribeños", señaló Kelly.
"Más inmigración ilegal añadirá más carga a la Guardia Costera norteamericana y a los recursos dominicanos, ya con una demanda que excede su capacidad", indicó el jefe del Comando Sur a los legisladores norteamericanos.
La población extranjera indocumentada en la República Dominicana, mayormente haitiana, consume el 18% del presupuesto de salud, según cifras divulgadas recientemente. En los últimos meses, la Armada dominicana ha destinado parte de sus recursos y ocupado a su personal en evitar que grupos de haitianos emigren hacia los Estados Unidos en embarcaciones improvisadas.
Según el general Kelly, "hasta febrero de este año más de dos mil haitianos han sido descubiertos tratando de usar ese paso estrecho (el Canal de la Mona) como un vector migratorio, en comparación con menos de 200 en los últimos ocho años sumados". Y añadió: "El contrabando humano produce un número alto de víctimas; los mares embravecidos ponen en peligro la vida de los inmigrantes y el personal de rescate, y el resultado ha sido la muerte de más de 50 haitianos hasta la fecha".
"Hace muchos años que el Comando Sur de los Estados Unidos apoyó una respuesta a un caso de emigración masiva, pero me preocupa la tendencia que se obseva, especialmente en Haití, donde hemos comprobado que la emigración haitiana por el Canal de la Mona se ha incrementado 44 veces", expuso alarmado el general norteamericano en una audiencia sobre la seguridad en el Caribe.
Por otro lado, el general Kelly advirtió sobre el creciente tráfico de drogas en la región en donde las substancias ilegales llegan a Puerto Rico y luego son transportadas a territorio continental. De acuerdo a sus estimaciones, el flujo de cocaína hacia los Estados Unidos a través del Caribe aumentó un 14% dentro del total pero advirtió que "este número probablemente sea mayor y continuará creciendo".
El descubrimiento de un equipo de laboratorio para el procesamiento de cocaína en la República Dominicana ha disparado las alarmas en la Administración para el Control de Drogas (DEA) porque, en opinión del general Kelly, "apunta a que las organizaciones criminales podrían buscar la ampliación de la producción en el Caribe".
Le preocupa la vulnerabilidad del Caribe a la violencia y a la inseguridad que a menudo acompañan el tráfico ilícito y el crimen organizado, al tiempo que teme se repita en la zona lo ocurrido en América Central en el 2012. "En la medida en que el tráfico desde la República Dominicana hacia Puerto Rico se ha incrementado, también lo han hecho la violencia, el crimen y la corrupción. Una vez la cocaína llega con éxito a Puerto Rico, ya alcanzó territorio norteamericano", expuso el jefe del Comando Sur, con sede en La Florida.
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