“Sin raíces no hay frutos ni alas para volar” dice Martha Beato

Los principios fundamentales para que una familia funcione de manera adecuada, donde los hijos crezcan mental y emocionalmente sanos, se basan en tres ingredientes básicos: el amor, la aceptación y la confianza.

Pero, cuál es más importante de los tres? La psicoterapeuta Martha Beato explica que es básico brindar estas tres condiciones en un hogar, porque si falla uno de estos puntos se refleja en el comportamiento y las actitudes del hijo en su adultez.

 La profesional de la conducta habló en estos términos durante la charla “Quiero una familia feliz, hay una receta para lograrlo?, donde hizo énfasis en que no hay dos familias iguales por lo tanto no hay recetas, sino ingredientes comunes para crear este ambiente positivo y apropiado.

“Actualmente hay muchos tipos de familia que no teníamos antes, están: el papá con los hijos, la madre con los hijos, los abuelos con los nietos, los tíos que crían a los sobrinos, dos papás con una hija, dos madres con dos niños, una pareja heterosexual que se une en segundas nupcias y tiene los míos, los tuyos y los nuestros, por eso es que no puede existir una receta, esto es prácticamente imposible”.

Y por qué es tan importante una familia sana? “Porque sin raíces no hay frutos ni hay alas para volar”, explica Beato. Un hijo que crece con carencia de amor, de aceptación o de confianza tiene diferentes problemas cuando es adulto.

“Los que no son aceptados tienen en el futuro problemas de autoestima, se vuelven dadores y dan más de lo que reciben. Mientras que si no le damos confianza a los hijos, si no los dejamos ser independientes y resolver los problemas que se presentan a diario, cuando son adultos son inseguros, no pueden tomar decisiones, tienen pánico de hacer las cosas, no se sienten con la capacidad de ejecutar aunque tengan la preparación”.

Durante la charla, que fue organizada por el Grupo CCN y sus empresas Casa Cuesta, Librería Cuesta, Jumbo y Bebemundo en el Palacio del Cine de Ágora Mall, Martha Beato explicó que también hay principios fundamentales para que la familia funcione bien.

“Tu familia es la mejor, no importa si tu papá no es perfecto, si tu mamá no te demuestra amor, es la que te tocó y por lo tanto debes aceptarla como la mejor”.

Otro principio fundamental para tener hijos sanos es amar, respetar, agradecer y ver con buenos ojos a la pareja, a la otra persona que trajo esos hijos al mundo contigo. “No importa si están divorciados, siempre hay que respetarse, verlo como un compañero o compañera que te permitió construir esa familia que hoy tienes”.

Martha Beato, quien es educadora, analista transaccional, conferencista y coach certificada con más de 30 años de ejercicio profesional, mantuvo cautiva a la audiencia que fue invitada por CCN.

Otros ingredientes para tener una familia feliz son “predicar con el ejemplo, los hijos aprenden lo que sus padres hacen no lo que dicen. También incluir a la familia política como parte de la tuya, no discriminar ni separar a la suegra, al hermano de tu esposo que bebe mucho, a la hermana de tu esposa siempre anda investigando, eso es parte de construir la felicidad, hay que sanar las heridas, perdonar y aprender de esos maestros que la vida te pone para crecer interiormente”.

La profesional de la conducta dijo que es vital comenzar de inmediato a mantener una comunicación abierta, efectiva y dialógica para que estos ingredientes puedan dar un buen resultado para tu receta de felicidad.

Beato, quien acaba de publicar su primer libro “Querida Martha”, contestó las preguntas de los invitados al final de la charla, quienes le escribieron a modo de carta sus inquietudes.

El Grupo CCN sorteó un cupo en el taller “Es tiempo de resetearnos” con el que Martha Beato cierra el año y recibe la Navidad y diez libros “Querida Martha”.

Fotos:
Madelyn Martínez y Martha Beato.
Escena de la película “Los chicos están bien” (The kids are all right”), que trata la vida en pareja de unas madres lesbianas, uno de los modelos de familia que podemos encontrar actualmente.
Una familia tradicional.