Invitado a disertar sobre los “Centros de pensamiento y elecciones presidenciales en los Estados Unidos: nuevas tendencias”, Wiarda, con una dilatada carrera como escritor, analista político, asociado al Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), puso de relieve que, a la fecha, los principales precandidatos para las elecciones de Estados Unidos de 2016, ya tienen su cuerpo de asesores, pertenecientes a los centros de pensamiento que les son afines.
A modo de ejemplo, indicó que 30 de los 33 asesores del presidente Barack Obama salieron del CSIS, y el cuerpo de asesores de Hillary Clinton, precandidata demócrata que aspira a recabar el apoyo de las estructuras que han sustentado al actual mandatario, también están vinculados a esta institución.
Además cuando los republicanos están en el poder, sus asesores vienen de los centros de pensamiento a los que están vinculados, puntualizó el autor de “Dictatorship, development, and disintegration: politics and social change in the Dominican Republic”.
Las decisiones políticas de Estados Unidos no solo dependen del presidente de turno, resaltó Wiarda, para agregar que son muy influenciadas por las ideas de los asesores de los mandatarios. Este elemento es el que sustenta su argumento del gran peso que tienen los centros de pensamiento en la política estadounidense.
Recordó el traslado de la mayoría de los centros de pensamiento que estaban dispersos por la geografía estadounidense a Washington, la capital en la que está el dinero y el poder político que toma decisiones, y sobre los que se debe influir. Este lo citó como uno de los cambios fundamentales que han experimentado de los centros de pensamiento en EE.UU.
Se remontó a los años ochenta para mostrar la evolución de estas instituciones. Recordó el peso que tuvo en las administraciones de John F. Kennedy y Lyndon Jhonson el Brookings Institution, de tendencia moderada, y al peso que tiene en los sectores más conservadores el Heritage Foundation.
También se refirió a como el Cato Institute asume los postulados libertarios y se posiciona, también en Washington, con la difusión de las ideas de libertad, cuestionamientos al Gobierno y al Congreso.
Con el presidente de Funglode y expresidente de la República, Leonel Fernández, como anfitrión, junto a su esposa, la vicepresidenta de la República Margarita Cedeño de Fernández, Wiarda convirtió el auditorio que le acogía en un aula para explicar, como experimentado docente que es, el posicionamiento que han logrado los centros de pensamiento en EE.UU., hecho que atribuyó a la imposibilidad de los gobiernos de tener tiempo para pensar y a la vez manejar la burocracia y los compromisos diarios que demanda una gestión.
En parte final de su conferencia, Wiarda hizo referencia a la proliferación de centros de pensamiento que se registra en la actualidad. Solo en Washington, indicó, hay más de 400, mientras que en América Latina la cifra llega a 1,700.
Los centros han experimentado otros cambios en épocas recientes que afectan más al aspecto salarial de sus equipos de trabajo. A este aspecto se refirió también el intelectual, resaltando que antes se pagaban grandes salarios a los especialistas, mientras que ahora estos deben buscar los recursos que sustentan sus ingresos, a través de los proyectos que desarrollan.
Wiarda puso de manifiesto la consciencia con que el expresidente Fernández, como político profesional que es, se ha relacionado con centros de pensamiento de gran reputación en su país, y cómo ha logrado posicionar a Funglode, institución que ya se encuentra en el ranking mundial de los think tanks.
Emil Chireno, director de la Asociación Dominicana de las Naciones Unidas (ANU-RD), una iniciativa de Funglode, presentó al doctor Wiarda. Y lo hizo ponderando sus cualidades intelectuales, además de su atención, como intelectual, a la República Dominicana, desde los reputados centros académicos y think tanks a los que ha estado vinculado.
0 Comentarios