La medida de coerción para Víctor Portorrreal Mendoza deberá cumplirla en el Centro de Corrección y Rehabilitación de San Pedro.
El juez no sabía si comparar a Víctor Portorrreal Mendoza con el rey Herodes, con el criminal estadounidense Charles Mason o Hitler o si compararlo con ellos.
“Usted cree que tiene alma, usted cree que tiene corazón. Usted cree que es un ser humano”, le preguntó el magistrado. Hizo que le mostraran el video donde la niña menor Ángela cantaba.
La fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynosos dijo que el juez rechazó también un examen psicológico al confeso asesino. Reynoso sostuvo que Portorreal Mendoza tiene un “total desprecio” por la vida humana.
Según vecinos de la familia, Portorreal Mendoza iba de manera normal a la vivienda después de los crímenes y antes de ser localizados como si nada hubiera ocurrido.
Psiquiatrías hablan de Portorreal Mendoza, luego de que mató a su pareja González y a sus tres hijos menores de edad el pasado domingo 4 de febrero, y se mantuvo durante tres días con los cadáveres en el apartamento donde cometió el crimen, ubicado en el sector Enriquillo del kilómetro 8 de la Carretera Sánchez.
Un equipo técnico del Ministerio de Salud integrado por psiquiatras y psicólogos adscritos a la Dirección General de Salud Mental visitó al barrio.
Un informe rendido por la Dirección de Área V de Salud (DAS) junto al equipo de Salud Mental consigna que algunos pobladores han tenido que tomar medicamentos para poder conciliar el sueño, mientras otros aducen que además les dan pesadillas y otros que tras el crimen múltiple quieren mudarse de la zona.
Este domingo, fue realizada una fumigación y limpieza general con cloro a la casa y a todo su entorno como respuesta del Ministerio de Salud ante el reclamo comunitario basado en el temor a los efectos del mal olor y otros contaminantes.
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