El coronavirus SARS-CoV-2 que empezó a 'castigar' a China a finales de 2019 ha traspasado ya las fronteras de más de un centenar de países. Mientras que en el gigante asiático se recupera poco a poco la normalidad en todo el país tras la epidemia, que ha obligado a Wuhan, la ciudad en la que se originó el virus, a guardar cuarentena durante dos meses; en Europa se sigue con especial preocupación el avance de la enfermedad en Italia, donde se ha registrado una fuerte caída de los contagios en la última jornada, y en España, donde Sanidad ya ha indicado que en los próximos días los contagios por coronavirus podrían tocar techo.
A pesar de que el viejo continente acumula dentro de sus fronteras varios frentes abiertos de la enfermedad, a día de hoy es Estados Unidos el país que se ha desmarcado de los demás focos de contagio al convertirse en la nación con mayor número de casos activos hasta la fecha. La cifra de contagios en Estados Unidos crece inexorablemente y ya son más de 160.000 las personas infectadas por COVID-19 en territorio estadounidense según los últimos datos de la Universidad John Hopkins, por lo que la epidemia ha forzado a Donald Trump a extender las recomendaciones de distanciamiento social hasta el 30 de abril, mientras que las autoridades sanitarias del país advierten de que podrían darse hasta 200.000 víctimas mortales por complicaciones derivadas de la enfermedad.
Es precisamente en el estado de Nueva York donde el brote se ha cebado especialmente con la población. "Sólo los negocios esenciales podrán contar con empleados, que se podrán desplazar a sus puestos de trabajo", anunció hace unos días Andrew Como, gobernador del estado, poniendo en conocimiento de la población una de las primeras medidas que se tomaban en Nueva York antes de decretar la cuarentena. Desde el 23 de marzo, todos aquellos que hayan entrado o salido del estado recientemente también deben permanecer aislados para evitar posibles nuevos positivos.
"No sólo serán los ancianos los que acaben en el hospital. También habrá personas afectadas de 20 años en adelante. Tienen que tener cuidado, incluso si piensan que son jóvenes y saludables", advirtió recientemente el profesor de epidemiología de la Universidad de Columbia, Stephen S. Morse, en una entrevista a 'The New York Times' tras la publicación de un informe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de EEUU en el que se desvelaba que el 38% de los primeros hospitalizados por coronavirus en Estados Unidos —una muestra de 2.500 pacientes— tenía entre 20 y 54 años. Además, algunos estudios apuntan a que el pico de la enfermedad no se alcanzaría hasta mediados de abril, por lo que queda mucha cuarentena por delante.
Al igual que ha sucedido en Italia y España, el sistema sanitario de Nueva York prevé ya el colapso de sus instalaciones al reunir bueno parte de los casos nacionales y ser la ciudad más poblada de Estados Unidos. Según los cálculos que ha hecho el Gobierno estatal acerca de la capacidad del sistema sanitario para gestionar la crisis sanitaria del coronavirus, las 53.000 camas de hospital y las 3.000 plazas en unidades de cuidados intensivos resultarán insuficientes para tratar a todos los pacientes de coronavirus SARS- CoV-2 ya que la pandemia podría requerir el doble de esfuerzos en lo que se refiere a camas de hospital y diez veces más unidades de cuidados intensivos, 37.000. “Abril será peor que marzo”, sentenció este domingo, 22 de marzo, el alcalde neoyorquino, Bill De Blasio. “Y temo que mayo sea peor que abril”.
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