El tribunal rechazó la demanda contra el neurocirujano que realizó la operación a la señora Paula Antonia Rodríguez Morales
El Centro de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telecomunicaciones (Cedimat) también recibió una condena por mala práctica médica.
El caso objeto de la sentencia condenatoria ocurrió el pasado 16 de junio de 2015. La señora Paula Antonia Rodríguez Morales murió a la edad de 65 años a causa de múltiples infecciones intrahospitalarias adquiridas después de someterse a una cirugía para eliminar un dolor de espalda a través de la descompresión del canal raquídeo.
De acuerdo a las declaraciones de su hija codemandante del hospital, Teresa de Jesús Vargas Rodríguez, su madre acudió a ese centro médico por un dolor en el pie izquierdo, ingresó a quirófano el 13 de mayo de 2015 y no volvió a caminar más, duró alrededor de 22 días en Cuidados Intensivos y allí adquirió las bacterias "Enterobacter Cloacae Complex" (que forma parte de la flora intestinal) y "Klebsiella K. Blee".
Ramón Aquiles Vargas y Teresa de Jesús Vargas Rodríguez, esposo e hija de la fallecida, interpusieron una demanda en contra del centro de salud y del neurocirujano Giovanni Ureña Mejía, sobre éste último indicaron que no le recetó antibióticos a la señora luego de la operación y el largo tiempo que estuvo expuesta a las bacterias en ese hospital.
La paciente tenía enfermedades crónicas de base como la obesidad, hipertensión y diabetes, comorbilidades que empeoraron su caso tras contraer las bacterias.
Los abogados de Cedimat consideraron que la demanda incoada, era improcedente y sin base legal, sin embargo, tras ocho años de litis y el peritaje de especialistas, el juez de primera instancia Luis Borges Carreras Muñoz, halló culpable al centro hospitalario.
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