Las autoridades de Salud Pública revelaron hoy que en el país hay registrado 2 mil casos de Filariasis Linfática, de los cuales 1,785 corresponden a las extremidades inferiores.
Sin embargo, aseguraron que la enfermedad está entrando en proceso de eliminación como factor de salud en el país y que existe un control sobre los casos detectados en el suroeste y en la Ciénaga, en el Distrito Nacional.
La información la ofreció el doctor José Manuel Puello, director del Centro Nacional de Control y Erradicación de Enfermedades Tropicales (CENCET), quien dijo que la enfermedad no representa peligro para el país, ya que la institución está desarrollando acciones focalizada para su eliminación.
Puello señaló, a través de una nota de prensa, que la estrategia de eliminación utilizada por la SESPAS para evitar que la enfermedad se constituya en una amenaza para los habitantes del país, es la administración masiva de medicamentos contra los parásitos que la producen, denominados como filarias.
Las comunidades Santa Cruz, Cachón, Cabral, Peñón, Fundación, Jaquimeyes y Vicente Noble, de Barahona, son las comunidades con mayor prevalencia, seguida por Tamayo, Uvilla, de Bahoruco y Cristóbal y Mella de la provincia Independencia. Mientras que en la Ciénaga, Guachupita, y Los Guandules, son los barrios más afectados del Distrito Nacional.
De cada mil personas infectadas una puede desarrollar la enfermedad, en el hombre se manifiesta con inflamación del escroto y de la mujer las extremidades en algunos casos las glándulas mamarias.
Unas mil setecientas personas con manifestaciones en extremidades inferiores, son atendidas en el Instituto Dermatológico de la capital y en Barahona.
Las autoridades exhortan a la población a tomar medidas preventivas, tal como el uso de mosquitero y evitar el cúmulo de aguas negras donde se produce el mosquito transmisor de la enfermedad que no tiene cura.
Definición. Las filariasis son un grupo de enfermedades diferentes que tienen como común denominador el ser producidas por gusanos redondos de la misma familia, y transmitidas de persona a persona por la picadura de insectos.
Básicamente hay tres tipos de filariasis: la filariasis linfática obstruye de manera permanente el flujo de la linfa en las cadenas de ganglios linfáticos causando inflamación y dolor en el escroto, las ingles o las piernas (elefantiasis); la oncocercosis, transmisión que necesita de la intervención del Jején (mosca del género Simulium) que habita principalmente en áreas cercanas a ríos o canales de aguas rápidas. La jején se alimenta de la sangre de una persona infectada de oncocercosis. Posteriormente, al volver a alimentarse, pica a una persona sana y en ese momento, deposita las larvas infectantes. Después de haber transcurrido un año o más, se detectan los parásitos (filarias) en la piel de la persona infectada.
La picadura de la mosca jején se nota, al aparecer una pequeña mancha redonda de color rojo que tarda en desaparecer y con el tiempo aumenta la picazón, el área se inflama y permanece irritada por varios días; y, finalmente, la loasis, que origina inflamaciones de la piel que aparecen y desaparecen, con picores; esporádicamente cruzan la córnea provocando irritación y, sobre todo, alarma, pero sin mayor trascendencia. Las larvas aparecen en la sangre. Hay otras especies de filarias que también parasitan al ser humano, pero son de dudosa patogenicidad, como Mansonella ozzardi, Dipetalonema perstans, Dipetalonema streptocerca, Brugia timon, etc.
Profilaxis. Uso de indumentaria que proteja la mayor parte posible de superficie corporal; utilización de repelentes y mosquiteros. En general, utilización de medidas destinadas a prevenir la picadura de insectos.
Regulación. No existe obligación de declarar los casos de este grupo de infecciones, pero son prioritarias - entre las tropicales - para la Organización Mundial de la Salud.
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