En Higüey, dantesco accidente.
Higüey, Provincia La Altagracia. Un triple choque entre dos autobuses y una camioneta, Nissan Frontier doble cabina, ocurrido ayer a las ocho de la mañana en el batey Benedicto deja más de 20 muertos.
Los autobuses eran del Sindicato de Choferes de La Romana y de la empresa turística FL Tours, que transportaba 42 turistas provenientes de un hotel en Bávaro, todos de origen italiano, de los cuales fallecieron cuatro.
Entre un total de 19 cadáveres que fueron identificados, se encuentran, José Dolores Pérez, 44 años, Saturnino Peralta Medina, 57 años, Ledys Victoria de la Rosa, 22 años, Alcibíades Escoto, 57 años, Domingo Antonio Vasquez, 24 años, Héctor Claudio Castillo Romero, 35 años, Nelson Tood, mayor de edad, David Cristóbal Gil, 29 años, Wange Mateo Aybar, 23 años, Carlos Manuel Marreto de la Cruz, 29 años, Víctor Jiménez Valera, 62 años, Juan Rafael Santana, 21 años, Mártires Antonio de Salas Aquino, 38 años, una mujer no identificada y cuatro italianos.
Internados en la clínica Dr. González, de La Romana, están Andrea Moreno, 29 años, Moisés Guzmán, 32 años, así como los italianos Sandra Norfi, 34 años, Cena Bisibiano, 29 años, Elicia Burlado, mayor de edad, Máuro Marancini, 26 años, Jean Paulo Menzani, 40 años, Estefano Esquite, 39 años, Jean Carlos Romano, 30 años, Marcos Caracio, 32 años, Melzani Giapoaolo, 36 años, la menor Franchesca Melzani, Lusanna Fernández, 66 años.
En el hospital Dr. Darío Contreras se encuentran Luis Emilio García, 37 años, José Luis Soriano, 30 años, Francisco García, 53 años, el francés Betoni Berni, mayor de edad, los haitianos Michel Enol, 25 años, Michael Wine, 19 años y Carlos Moqueti, 57 años, todos a causa de los golpes y heridas que recibieron al originarse una triple colisión entre los autobuses Volvo, blanco, ficha 169, propiedad de la compañía F.L. Tours, conducido por Leonardo Pérez Herrera, mayor de edad, (prófugo), el Hyundai, blanco, placa I027928, conducido por el primero de los hoy occisos y la camioneta Nissan, gris, de otros datos ignorados, conducida por José Santana, 27 años.
En tanto, el obispo de la diócesis de La Altagracia, Nicanor Peña, lamentó el accidente, llamó orar por los occisos y heridos y pidió al Gobierno la terminación de la Autovía del Este, como forma de evitar nuevos accidentes.
Según Peña, esta es la tercera tragedia que sacude a los altagracianos, en los últimos cinco años.
Recordó que hace dos años ocurrió un accidente en el mismo tramo carretero, donde murieron siete personas. "A esto se añade la otra gran tragedia que fue la de la cárcel, donde murieron 136 reclusos", señaló.
El prelado católico se lamentó que las autoridades no se preocupen por terminar la Autovía y "que todavía se camine por una carretera tan angosta".
Mientras, personas que se encontraban en el lugar del accidente, narraron que ambos autobuses trataron de rebasar un camión que estaba estacionado en la acera y que la camioneta Nissan Frontier, conducida por José Manuel Santana, embistió por detrás al autobús que se dirigía de Bávaro a La Romana, perdiendo el control y saliéndose de la carretera.
El drama
La morgue del hospital La Altagracia, testigo de otras tragedias que han sacudido a este municipio, era ayer un escenario de dolor, llanto y desesperación de personas que entre miedo e incertidumbre, acudieron a identificar a su pariente, mientras otros simplemente curioseaban.
La morgue del hospital La Altagracia, testigo de otras tragedias que han sacudido a este municipio, era ayer un escenario de dolor, llanto y desesperación de personas que entre miedo e incertidumbre, acudieron a identificar a su pariente, mientras otros simplemente curioseaban.
En tanto, en el lugar del accidente, fueron vistos pedazos de órganos rodando por el pavimento, en tanto autoridades prácticamente de todo el país trataban de ayudar a rescatar a los que quedaron vivos.
Juan Francisco González, uno de los sobrevivientes, narró que salvó su vida cuando momentos antes del choque, "tuve la inteligencia de balancearme al lado derecho de la guagua y me pegué de uno de los asientos y de una señora gorda que estaba sentada, ella también se salvó.
Asimismo, el director del hospital, Jaime Andrés Rodríguez, dijo que parte de los heridos fueron atendidos en el centro, algunos de ellos despachados y otros conducidos a otros centros. Un total de 12 ambulancias, privadas y del estado, duraron más de tres horas trasladando cadáveres y heridos a centros cercanos.
Se informó que los vehículos se desplazaban a gran velocidad.
Se informó que los vehículos se desplazaban a gran velocidad.
La mayoría de los cuerpos quedaron destrozados, lo que motivó que debido a la cantidad de fallecidos y el estado en que quedaron los cuerpos, tuvieron que ser expuestos en dos grandes carpas frente al hospital de Higüey, área que fue abarrotada de curiosos, así como de algunos familiares que acudieron al lugar para tratar de identificar a sus parientes.
Traductor
Para poder traducir a los heridos italianos que fueron llevados al hospital Darío Contreras, los médicos se auxiliaron del empleado de seguridad Renzo Gil, quien tiene diez meses trabajando ese centro y habla perfectamente ese idioma, porque vivió 20 años en Italia.
Para poder traducir a los heridos italianos que fueron llevados al hospital Darío Contreras, los médicos se auxiliaron del empleado de seguridad Renzo Gil, quien tiene diez meses trabajando ese centro y habla perfectamente ese idioma, porque vivió 20 años en Italia.
El último de los cadáveres que fue recogido ayer de la morgue del hospital Nuestra Señora de la Altagracia, en Higüey, fue el de Víctor Jiménez Varela, un señor de 60 años, quien iba de Hato Mayor a visitar a su sobrina Aura Gutiérrez.
Ella, con lágrimas en los ojos, recogía el cadáver a las 6:15 de la tarde, mientras aseguraba que nunca olvidará el momento en que vio la imagen de su tío en la televisión, donde figuraba como uno de los fallecidos.
Tanto en el hospital de Higüey, como en el de La Romana, San Pedro y el Darío Contreras se aglomeraron decenas de personas para investigar si entre los fallecidos o heridos había algún familiar suyo.
Sin embargo, las informaciones eran dispersas e imprecisas, debido a que no todas las víctimas estaban identificadas y varias fueron trasladadas de un hospital a otro.
1 Comentarios