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Analizan vídeo del momento del asalto de Gioconda

La joven profesora Gioconda Milagros Pérez, con 22 años, tenía siete meses de embarazo y cursaba una maestría. Se graduó a los 19 años. Fue muerta por delincuentes para quitarle un celular a su esposo, en la calle Hermanas Mirabal, en el sector Santa Cruz, de Villa Mella.


Agapito Pérez, padre de Gioconda, dijo que el hecho ocurrió el sábado a las 9:00 de la noche cuando ella y su esposo se dirigían a cerrar un colmado que tenían.


Dijo que durante el asalto alguien se cayó y los asaltantes pensaron que iban a ser agredidos, por lo que le dispararon en el pecho, ella fue llevada al hospital donde hicieron todos los esfuerzos por salvarle la vida a ella y a la criatura.


La Policía Nacional informó la detención de cinco hombres para ser investigados por la muerte de la profesora embarazada en Villa Mella, Santo Domingo Norte.


Giokonda Milagros Pérez Piña, falleció en el hospital materno infantil Doctor Reinaldo Almánzar, en momentos en que le era realizada una cesárea de emergencia por impacto de bala en el estómago, con salida en la espalda, falleciendo también la criatura.


Los investigadores policiales analizan un vídeo del Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1, con el objetivo de identificar a los autores del hecho.


El reporte preliminar refiere que al momento de ocurrir el suceso Pérez Piña se encontraba en compañía de su esposo, el segundo teniente retirado de la Policía, Gregorio Almánzar, próximo a su residencia, en la avenida Hermanas Mirabal, número 189, residencial Jaigai, en Villa Mella.


Agrega que los esposos fueron interceptados por dos personas a bordo de una motocicleta que encañonaron a la pareja despojando a la dama de su celular.


El informe precisa que el exoficial policial, tras ocurrir el hecho persiguió a los asaltantes, que le dispararon e impactaron a Pérez Piña.


En la escena, miembros de la Policía Científica recolectaron dos casquillos calibre 3.80 milímetros, que son analizados.

En tanto que Olivia Paniagua, madre de crianza de Gioconda, lloraba desconsoladamente pidiendo justicia por la muerte de su hija.


En la capilla Azul de la funeraria, el padre Francisco Marcial ofició una misa de cuerpo presente, donde expresó que se hará todo lo necesario para que el crimen no quede impune. “Si aquí no actúan, Dios actuará”. Y oró por los profesores y estudiantes del Liceo Salomé Ureña donde Gioconda impartía docencia.


El religioso dijo que los alumnos de la víctima se quedan con el vacío de que quien le daba su materia ya no estará.
Los restos de la joven educadora fueron sepultados en el cementerio Cristo Rey.

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