En medio de una intempestiva balacera fuerzas de la Guardia Nacional y la Secretaría de Defensa Nacional detuvieron a Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán en Culiacán, Sinaloa. Según Reuters, Guzmán fue liberado después.
Culiacán se convirtió en una zona de guerra este jueves 17 octubre durante la captura de Ovidio Guzmán. Ráfagas de balas, vehículos en llamas, columnas de humo irrumpieron la cotidianidad en la capital del estado de Sinaloa.
En principio, de acuerdo con información que otorgó Alfonso Durazo, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), desde las 15.30 hora local, varias zonas céntricas de esta ciudad de unos 800.000 habitantes se convirtieron en un campo de batalla luego de que una patrulla en la que se desplazaban 30 elementos de la nueva Guardia Nacional y el Ejército, entró al fraccionamiento de Tres Ríos y capturó a Guzmán junto a otras tres personas.
Desde una vivienda, el comando recibió disparos y repelió la agresión, hallando en su interior a Ovidio Guzmán, hijo de 'El Chapo', quien enfrenta cargos en Estados Unidos por tráfico de cocaína, metanfetamina y marihuana. Pero en represalia por esta acción, se extendió una ola de violencia por muchas calles del centro de la ciudad, en uno de los episodios más sanguinarios e indiscriminados que se han registrado en la historia reciente de México.
En medio de informaciones confusas, la agencia Reuters aseguró, citando información que les habría otorgado Durazo, que las fuerzas de seguridad mexicanas liberaron al hijo del narcotraficante de una casa donde lo detuvieron brevemente el jueves, argumentando que se tomó la decisión para proteger vidas...
Se conoce que Ovidio Guzmán es miembro activo del cártel de Sinaloa, que fue liderado por su padre, quien afronta cadena perpetua en un cárcel de máxima seguridad de Estados Unidos.
Antes de ser presidente, Andrés Manuel López Obrador aseguró que acabaría con el narcotráfico y, además, prometió que retiraría a las Fuerzas Armadas de las calles para que volviera la paz en un país agobiado por los capos y la violencia.
Pero la detención de Ovidio Guzmán López, hijo del Chapo Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa, demostró que las cosas todavía están fuera de control y que en muchas zonas del país, los narcos siguen siendo la ley...
Por su lado, el Chapo Guzmán está recluido en una prisión de máxima seguridad en Estados Unidos. Allí carga con una condena de cadena perpetua y casi totalmente aislado de los demás presos. Para muchos especialistas en seguridad, el capo del narcotráfico tal vez ni esté enterado de lo que está pasando con su familia ni con la ciudad en donde creó uno de los imperios más grandes de la droga.
Pese a que muchos creían que con su sentencia el Cártel de Sinaloa desaparecería, nada de eso pasó. Por el contrario, las escenas del jueves demostraron que el Cártel sigue vivo y coleando, y que si bien puede que ya no responda a su creador, sí tiene descendientes y nuevos cabecillas que se están disputando el mando...
Pese a que muchos creían que con su sentencia el Cártel de Sinaloa desaparecería, nada de eso pasó. Por el contrario, las escenas del jueves demostraron que el Cártel sigue vivo y coleando, y que si bien puede que ya no responda a su creador, sí tiene descendientes y nuevos cabecillas que se están disputando el mando...
Por lo pronto, mientras la ciudad sigue conmocionada y el mundo pudo ver el verdadero poder, por tantos años soterrado, de los hombres del narco, el presidente aseguró que respalda totalmente la decisión de los policías y militares de dejar en libertad al hijo de El Chapo porque “estaban en riesgo muchos seres humanos”. Al mismo tiempo, les pidió a los periodistas esta mañana y a los ciudadanos en general sopesar las cosas: “No se trata de masacres. No puede valer más la captura de un delincuente que la vida de las personas”, dijo. Sin embargo, sus críticos no han dudado en lanzarle duras frases. Las redes sociales incluso están impulsando el hashtag “#AMLORenuncia” Y “#EstadoFallido”. Sin embargo, otros también coinsidieron en que la estrategia que han utilizado los gobiernos anteriores del enfrentamiento cuerpo a cuerpo solo ha traído más violencia. “No se puede apagar el fuego con el fuego. No queremos muertos, no queremos guerra. La estrategia anterior convirtió al país en un cementerio”, añadió el presidente al final de su discurso.
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