La “martirizada” Ucrania ocupa un lugar predilecto en el corazón del Papa Francisco desde que el ejército ruso invadió el país en febrero de 2022.
Son ya habituales sus invitaciones a la oración por el pueblo ucraniano, así como los llamamientos a favor de la paz. Pero no sólo eso, el Santo Padre también ha realizado gestos concretos de solidaridad con las víctimas del conflicto.
El último es un regalo especial ante la llegada de la Navidad: un automóvil sanitario convertido en un pequeño hospital para atender a los habitantes de este país devastado por la guerra.El encargado de transportar esta ambulancia, donde se podrá operar a los heridos, será el limosnero del Papa, el Cardenal Konrad Krajweski.
Además, el Papa les envía seis ecógrafos que serán donados a los hospitales destruidos y bombardeados.
Durante su viaje por Ucrania, el Cardenal Krajewski visitará varias comunidades para encontrarse con la gente que sufre, para llevarles esperanza y la cercanía del Papa Francisco.
El purpurado ya ha visitado las zonas más afectadas en al menos ocho ocasiones por petición del Santo Padre.
En junio de este año, llevó hasta Ucrania la tercera ambulancia donada por el Pontífice. En aquella ocasión, el también prefecto del Dicasterio para el Servicio de la Caridad visitó el distrito de Zboriv, en la región de Ternopil.
Además, llevó consigo una gran cantidad de medicamentos esenciales procedentes de la Farmacia Vaticana y de la Farmacia Policlínica Agostino Gemelli.
Aciprensa
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