El asteroide 2024 YR4, detectado recientemente por la NASA, ha generado inquietud entre los astrónomos por la posibilidad, aunque aún incierta, de un impacto contra la Tierra.
El científico David Rankin, ingeniero del Proyecto Catalina Sky Survey, advirtió sobre la existencia de un posible "corredor de la muerte", una franja que se extiende a lo largo del planeta y que marca las zonas donde la colisión podría ocurrir en caso de que la roca espacial mantenga su actual curso.El impacto de este asteroide, cuyo tamaño se estima entre 40 y 90 kilómetros cuadrados, podría causar daños en un radio de 2.150 kilómetros, generando consecuencias devastadoras en las áreas afectadas. Aunque la comunidad científica aún evalúa la posibilidad real de un choque, los primeros cálculos han identificado las regiones geográficas más expuestas.
Según las proyecciones de Rankin, el corredor de la muerte atraviesa diferentes partes del mundo, abarcando América del Sur, Asia, África y vastas extensiones del océano Pacífico y el mar Arábigo. Dentro de América del Sur, el extremo norte del continente podría ser una de las áreas de impacto, lo que pone a países como Venezuela, Colombia y Ecuador en riesgo de ser alcanzados por la onda expansiva en caso de colisión.
En Asia, la trayectoria proyectada del asteroide incluye regiones densamente pobladas del sur del continente, donde naciones como India, Pakistán y Bangladesh podrían verse gravemente afectadas. La posible caída de 2024 YR4 en esta área representaría una amenaza para millones de personas debido a la infraestructura urbana de estas naciones.
África tampoco escapa a esta predicción. Según Rankin, la franja de impacto se extiende hacia el norte del continente, donde países como Sudán, Nigeria y Etiopía estarían en la posible zona de riesgo. En caso de que la roca espacial colisione en este sector, los efectos podrían alterar drásticamente el ecosistema, además de generar una crisis humanitaria en comunidades vulnerables.
Los océanos tampoco están exentos de peligro. Si el impacto se produjera en el mar Arábigo o en el océano Pacífico, se generarían megatsunamis que podrían afectar a poblaciones costeras en distintos continentes.
Si el asteroide 2024 YR4 chocara con la superficie terrestre, la explosión liberaría una energía equivalente a múltiples bombas nucleares, con consecuencias catastróficas en los alrededores. La colisión en tierra firme provocaría una onda expansiva capaz de devastar ciudades enteras y alterar el clima a nivel global debido a la cantidad de polvo y escombros que se elevarían a la atmósfera.
Por otro lado, si el impacto ocurriera en el océano, el principal riesgo serían los tsunamis gigantes, que podrían arrasar con costas enteras en cuestión de horas, afectando infraestructuras, ecosistemas y poblaciones costeras.
Además, la velocidad estimada del asteroide al ingresar a la atmósfera terrestre es de 60.000 kilómetros por hora, lo que aumentaría significativamente su poder destructivo en el punto de impacto.
A pesar de la preocupación que ha generado el descubrimiento de este asteroide, la NASA ha subrayado que su trayectoria aún no está completamente definida. En el pasado, se han identificado otros objetos espaciales con rutas similares, pero muchos de ellos han sido desviados por la fuerza gravitacional de otros cuerpos celestes, evitando así un impacto en la Tierra.
David Rankin ha enfatizado que la ubicación exacta de la posible colisión dependerá de factores como la rotación terrestre en el momento de su llegada y las alteraciones en su órbita que puedan ocurrir en los próximos meses. Por esta razón, los científicos continúan monitoreando su recorrido para obtener datos más precisos sobre su destino final.
Dado que el asteroide 2024 YR4 sigue siendo una incógnita, la comunidad científica está evaluando diversas estrategias para mitigar el impacto en caso de que se confirme su riesgo de colisión. La NASA y otras agencias espaciales han desarrollado tecnologías como impactadores cinéticos capaces de alterar la trayectoria de un asteroide, así como sistemas de detección avanzada para prever con mayor precisión estos eventos.
El seguimiento de este cuerpo celeste continuará en los próximos meses, y se espera que nuevas observaciones permitan refinar los cálculos sobre su órbita y reducir las incertidumbres. Mientras tanto, expertos en astronomía recomiendan seguir los informes oficiales y evitar alarmismos hasta que se disponga de información más concreta.
Último informa de la NASA: La probalilidad de impacto del asteroide 2024 YR4 a la Tierra en 2032 se reduce aún más
Las últimas observaciones del asteroide 2024 YR4 han disminuido aún más la probabilidad de impacto con la Tierra el 22 de diciembre de 2032 a solo 0,36%, según ha informado este viernes la NASA.
Los equipos de defensa planetaria de la agencia espacial continuarán monitorizando el asteroide para afinar los cálculos de su trayectoria, pero por ahora hay el 99,64 % de probabilidad de que el asteroide no toque la Tierra.
Sin embargo, con los nuevos datos, la posibilidad de que 2024 YR4 impacte la Luna ha aumentado ligeramente al 1%.
La probabilidad de impacto a la Tierra, que llegó a alcanzar el 3,1 % el martes, estaba en el 1,5 % el miércoles, según los cálculos del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA (CNEOS).
2024 YR4 tiene una diámetro entre 40 y 90 metros, y en la Escala de Turín (máximo 10) -que mide el riesgo que supone un asteroide- rebajó a 1.
La NASA seguirá actualizando la información sobre el asteroide en su página Sentry del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL), donde se publican los seguimientos automáticos de objetos cercanos a la Tierra.
Los cálculos preliminares sugieren que su acercamiento más peligroso podría darse en los próximos años, aunque la fecha exacta sigue siendo incierta.
Se estima que tiene un tamaño de entre 40 y 90 kilómetros cuadrados, lo que lo convierte en una roca de grandes dimensiones.
El corredor de la muerte identificado por los científicos abarca regiones de América del Sur, Asia, África, el océano Pacífico y el mar Arábigo.
Algunas de las naciones en la posible zona de impacto incluyen Venezuela, Colombia, Ecuador, India, Pakistán, Bangladesh, Sudán, Nigeria y Etiopía.
¿Cómo podría la NASA evitar el impacto?
La agencia espacial ha desarrollado estrategias como el impacto cinético para desviar asteroides, aunque su aplicación en este caso aún no está confirmada.
¿Debemos preocuparnos?
Por el momento, no hay certeza de que el asteroide impacte la Tierra. Sin embargo, la comunidad científica sigue monitoreando su trayectoria para obtener información más precisa.
EFE
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