Santo Domingo. – Decenas de personas se congregaron la noche del viernes en las inmediaciones de la discoteca Jet Set, donde el pasado martes colapsó el techo del establecimiento, provocando la muerte de al menos 221 personas. El acto simbólico de encendido de velas sirvió como homenaje a las víctimas y muestra del dolor colectivo que arropa a la sociedad dominicana.
Mientras tanto, en el Instituto Nacional de Patología Forense se viven escenas de profundo dolor e indignación. Cientos de personas permanecen a la espera de los cuerpos de sus seres queridos, algunos desde el día del suceso. Las filas, bajo carpas improvisadas, han sido largas y desgastantes para familias que claman por respuestas y denuncian irregularidades en el proceso de entrega de cadáveres.
“Esto es desesperante”, dijo Yunis García, quien espera el cuerpo de su hermano. Asegura que desde días antes del colapso ya se veían señales de deterioro en el techo del local. Otros afectados se quejan del trato desigual hacia las víctimas, señalando que muchos empleados del Jet Set no han sido priorizados.
El operativo de entrega de cuerpos continúa, con apoyo de funerarias, militares y voluntarios, mientras la Junta Central Electoral instaló un módulo para emitir declaraciones de defunción en el lugar. La tragedia ha sacado a flote no solo el dolor de la pérdida, sino también la urgencia de establecer responsabilidades claras.
CDN y EFE
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