El instinto de buscar...
La fortuna de encontrar... El gusto de conocer...
La ilusión de vislumbrar...
El placer de coincidir...
El temor a reincidir...
El orgullo de gustar...
La emoción de desnudar...
y descubrir, despacio, el juego.
El rito de acariciar
prendiendo fuego.
La delicia de encajar
y abandonarse.
El alivio de estallar
y derramarse.
Y el amor,
el amor,
el amor,
el amor,
el amor,
el amor. J.M.S
Y llegó la boda de Maydel y Omaly, que junto a los invitados y a “nuestros orgullosos padres” compartieron "el inicio de esta nueva aventura”.
El acompañamiento de los amigos, y allegado de varios continentes, y del propio país, fue el sábado 25 de julio de este 2015, a las cinco de la tarde, en una ceremonia y recepción, en el Hotel Alto Cerro, en Constanza, República Dominicana.
La original boda, ya que Maydel le gusta el aroma del campo, tuvo de fondo hermosas montañas, pinares, y flores, y el agradable clima del pueblo de Constanza, de todo el Caribe, el más frio.
Rodeados del verdor de la naturaleza Bodas Maydel y Omaly
En la emotiva ceremonia donde unieron sus vidas los señores, ingenieros industriales, Omaly Jáquez Alba y Maydel Tavarez Blanco, desposada, hija de los señores Zoila Blanco y Tavarez, día especial, la novia lucio un hermoso traje color blanco con flores en relieve, inspirado al igual que la mantilla, bien larga, en diseño tropical y habitual.
La corte nupcial estuvo integradas por hermosas, amiga de la novia, y la única hermana de Omaly, Oona María.
Los nuevos esposos se trasladaron junto a sus invitados al salón de gazebo del hotel Alto Cerro, el cual fue hermosa mente arreglado para la recepción por la madre del novio, decoradora, Amelfis Alba, quien se inspiro en la creación de la naturaleza, con detalles bien logrados.
El bizcocho nupcial, original creación, con decorados de chocolates y elaboradas galleticas de chocolate, frutas y vainilla.
La nota musical de la actividad estuvo a cargo del disyey del hotel, pusieron a los invitados a bailar hasta la madrugada del domingo, y terminar en medio de una fogata, a temperatura de 12 grados Celsius.
Momentos emocionantes de la recepción nupcial, fue cuando los novios ataviados, sorprendieron a sus invitados dando nota jocosa en sus bailes, y durante toda la celebración.
El exquisito menú: escalopines de pollo, con salvia y prosciutto, lasaña boloñesa, papas al limón, perejil y ajo, ensalada capresa y ensalada verde con aderezo italiano, y una selección de panes tostados y exquisitas bebidas, estuvo a cargo de los chefs del hotel.
Los nuevos esposos partieron de luna de miel para California, EEUU, en viaje de confirmación de sus votos.
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