¿Sinceridad o Agresividad?
Por Juandy Gómez
Ahí está el dilema. Es común oír a personas exigir sinceridad a los religiosos, a los políticos o a su pareja de noviazgo o matrimonio.
No es que es malo dicha exigencia, es razonable. Lo que ocurre muchas veces con esta clase de individuos es que obsesionados con ser la representación suprema de la sinceridad se extralimitan. Por ello, en vez de manifestar sinceridad se envuelven en la agresividad.
Ahora bien, cuando decimos lo que pensamos sin tener en cuenta los sentimientos de los demás, nos podemos convertir en personas imprudentes, y hasta temidas.
No se trata de ser hipócrita, se trata de cuidar nuestras relaciones y, por consiguiente, a las personas.
No se trata de ser hipócrita, se trata de cuidar nuestras relaciones y, por consiguiente, a las personas.
Puedes ser firme, y al mismo tiempo ser respetuoso
Pregunta, escucha y piensa antes de opinar. De este modo tendrás más elementos para expresar adecuada mente tus ideas. Es muy importante recordar que lo que uno piensa es tan sólo una opinión entre muchas, y que, precisamente por esto, es indicado no actuar como si uno fuera un exclusivo portavoz de la verdad. No hay mérito en ser agresivo. Amigo y amiga, la vida consiste en construir puentes y no en lanzar piedras.
En la foto, el autor del artículo Juandy Gómez.
0 Comentarios